Bloomberg — Los inversionistas que estén buscando la próxima oportunidad de mercado semejante a la obesidad vigilarán de cerca los progresos en relación con los tratamientos de la enfermedad de Alzheimer en el 2025.
Compañías como Biogen Inc. (BIIB) y Eli Lilly & Co. (LLY) han destinado miles de millones de dólares para desarrollar posibles medicamentos, en tanto que otras, como Novo Nordisk A/S y Roche AG, están también investigando sobre la enfermedad que destruye el cerebro.
Todo avance en los ensayos o la aprobación de fármacos puede repercutir considerablemente en el precio de las acciones, ya que los inversionistas tendrán en cuenta las potenciales ventas de un mercado que, según los cálculos de Bloomberg Intelligence, puede llegar a los US$13.000 millones para el año 2030.
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“La oportunidad es todavía inmensa”, afirmó Chris Eccles, administrador de carteras de AXA Investment Managers. “Si obtenemos un fármaco potente que modifique la enfermedad y ensayos clínicos realmente positivos, las cifras podrán remontar en los modelos y las proyecciones podrán revisarse al alza de manera bastante importante, con bastante celeridad”.
Las compañías que trabajan en el desarrollo de fármacos contra el Alzheimer ya han registrado grandes altibajos.
Las acciones de Biogen se elevaron un 44% en un solo día en noviembre de 2020 a raíz de la noticia de que un fármaco experimental aparentaba ser eficaz, antes de hundirse días después tras no recibir el apoyo de un panel de asesores de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).
Aunque al año siguiente obtuvo la aprobación, Biogen acabó desechando el fármaco tras años de debates sobre su eficacia. También han fracasado muchos otros fármacos.
Dos de los fármacos más recientes para tratar la enfermedad están disponibles actualmente en EE.UU. El ecanemab, de Biogen y su socio japonés Eisai Co., se vende bajo la marca Leqembi, y el donanemab, de Eli Lilly, se comercializa como Kisunla.
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Ambos fármacos actúan reduciendo los niveles cerebrales de amiloide en pacientes en las primeras fases del Alzheimer, y actúan ralentizando la enfermedad. Sin embargo, no la detienen ni la revierten, mientras que ambos tratamientos tienen efectos secundarios que incluyen hemorragias cerebrales e inflamación del cerebro.
“Podría ser un año en el que también veamos un poco más de claridad en cuanto a la tracción de los fármacos aprobados hasta ahora”, afirma Gregoire Biollaz, gestor de inversiones senior de Pictet Asset Management.
Empresas a seguir en 2025:
Biogen y Eisai
Los pacientes que actualmente toman Leqembi lo hacen en forma de infusión, aunque Biogen y Eisai también han desarrollado una versión que puede administrarse en casa. En el punto de mira de los inversores en 2025 estará si la formulación inyectable obtiene la aprobación reglamentaria, lo que significaría que los pacientes no tendrían que desplazarse para recibir el tratamiento.
Otro valor relacionado que hay que vigilar es la sueca BioArctic AB, que descubrió el Leqembi y tiene derecho a regalías por el fármaco. Las acciones se han multiplicado por más de ocho desde que salieron a bolsa en 2017, pero han pasado apuros en los últimos años en medio de un lanzamiento difícil para el tratamiento.
Eli Lilly
El tratamiento Kisunla de Eli Lilly recibió la autorización de la FDA en julio de 2024, y los inversores obtendrán más indicaciones el año que viene sobre cómo le irá a la adopción del fármaco frente al Leqembi.
La empresa también está evaluando un fármaco de continuación, conocido como remternetug, tanto por inyección como por infusión. El ensayo de última fase evaluará las fórmulas para la eliminación de la placa amiloide y la seguridad, lo que podría indicar si el remternetug será una mejor opción de tratamiento que el Kisunla, según los analistas de Bloomberg Intelligence.
Los resultados del ensayo del remternetug podrían darse a conocer a finales de este año o inicios de 2026, según Jean Rivera Irizarry, de BI.
Novo Nordisk
Un estudio realizado el año pasado indicó que los pacientes que tomaban semaglutida presentaban un riesgo significativamente menor de ser diagnosticados de Alzheimer.
Novo Nordisk está probando actualmente si el ingrediente, que se encuentra en sus medicamentos para la diabetes y la pérdida de peso, puede beneficiar a los pacientes con Alzheimer en fase inicial. Los resultados de los ensayos de última fase se esperan para el segundo semestre. Los analistas de Bank of America, entre ellos Sachin Jain, ven potencial para que la acción suba entre un 10% y un 15% si los datos son positivos, pero señalan que es de “alto riesgo”.
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Roche
Roche ha completado la primera parte de un estudio en fase inicial para el trontinemab, un fármaco diseñado para eliminar el amiloide que emplea una tecnología de transportador cerebral para deslizarse a través de la barrera hematoencefálica protectora.
La empresa está a la espera de más datos antes de decidir si procede con los ensayos de fase avanzada, y Colin White, analista de UBS Group AG, considera que estos datos podrían estar disponibles en el primer semestre.
Para Emily Field, analista de Barclays Plc, parece “mucho más probable que no” que Roche siga adelante con más ensayos. El trontinemab es una versión más reciente del gantenerumab, la anterior gran apuesta de Roche contra el Alzheimer que finalmente no consiguió frenar el deterioro cognitivo.
UCB
Se espera que la biotecnológica belga UCB SA decida si continúa desarrollando el bepranemab, aunque no se ha facilitado un calendario.
Un estudio en fase intermedia realizado el año pasado no alcanzó su criterio de valoración principal, aunque demostró que el fármaco experimental ralentizaba el deterioro cognitivo y la tasa de acumulación de tau, una proteína que crea ovillos dentro de las células cerebrales. Stacy Ku, analista de TD Cowen, señaló que el bepranemab tiene un perfil de seguridad “limpio” que “debería permitir un tratamiento combinado”.
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