Elecciones no cambiarán algunas posturas de EE.UU. respecto a Latinoamérica: Moody’s

La calificadora de riesgo explicó que independiente de cual sea la nueva administración de Estados Unidos, las posturas migratorias, comerciales y la lucha antidrogas, podrían seguir el rumbo actual

El expresidente de EE.UU., Donald Trump, y la vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, aparecen en pantalla durante el segundo debate presidencial en el Centro de Convenciones de Pensilvania en Filadelfia.
26 de septiembre, 2024 | 05:00 AM

Bloomberg Línea — Para Moody’s Ratings, la capacidad del próximo gobierno de Estados Unidos de implementar nuevas políticas dependerá del equilibro de poder que haya en el Congreso, razón por la que algunas posturas frente a América Latina continuarán igual que en la actualidad, independiente de si a la presidencia llega Donald Trump o Kamala Harris, después de las elecciones del próximo 5 de noviembre.

“Moody’s Ratings anticipa que el próximo gobierno mantendrá su orientación hacia políticas comerciales más estrictas y prioridades en materia de inmigración, independientemente de quién gane las elecciones”, indicó la calificadora de riesgo en un análisis publicado el 25 de septiembre.

Ver más: Las prioridades de latinos ante elecciones en EE.UU: ¿qué esperar en debate Harris-Trump?

PUBLICIDAD

El punto principal del informe, enmarcado en la política comercial y la postura proteccionista, explica que las tensiones entre EE.UU. y China influirán en la política hacia América Latina y el Caribe, en vista de las crecientes “fricciones geopolíticas”, las preocupaciones en materia de seguridad nacional y las rivalidades tecnológicas.

Las perspectivas también se derivan del creciente comercio de China en América Latina y la inversión en infraestructura de energía renovable y tecnología de punta, que podrían aumentar las tensiones con EE.UU., “independientemente de quién asuma la presidencia”.

Para el caso de un gobierno de Donald Trump, Moody’s asegura que es probable que adopte un enfoque bilateral de comercio global en lugar de uno colaborativo. “Las amenazas arancelarias podrían convertirse en herramientas de negociación, como lo hicieron en 2019, cuando el entonces presidente Trump amenazó con aplicar un arancel del 5% a todas las importaciones mexicanas, a menos que México tomara las medidas necesarias para detener el aumento de la inmigración centroamericana”, se precisa en el texto.

PUBLICIDAD

Los esfuerzo de Trump por promulgar políticas comerciales generales, podría generar represalias, poner en riesgo el crecimiento global y acelerar la inflación, reduciendo la demanda externa de exportaciones de América Latina.

Entre tanto, en una administración de Kamala Harris, que sería una extensión de la del presidente Joe Biden, se buscaría un fortalecimiento de las relaciones con aliados y socios, buscando desarrollar una respuesta coordinada a las políticas de China que perjudican a las industrias de EE.UU. “Al tiempo que mantendría restricciones específicas sobre China y colaboraría con instituciones multilaterales, como el Banco Interamericano de Desarrollo o el Banco Centroamericano de Integración Económica”, se indicó.

En la actualidad, China es el principal socio comercial de Sudamérica, y juega un papel clave en el financiamiento de proyectos de infraestructura y energía.

La política migratoria tendría poca flexibilidad

Los esfuerzos del próximo gobierno de Estados Unidos, en manos de Trump o de Harris, continuarían enfocados en contener los cruces fronterizos ilegales, con altos volúmenes de recursos para un mayor control de fronteras y reduciendo el número de solicitudes de asilo concedidas, según Moody’s.

“Tanto Harris como Trump probablemente seguirán instando a México y otros gobiernos centroamericanos a impedir que los inmigrantes lleguen a EE. UU., y cualquiera de los dos podría renegociar la política de ‘tercer país seguro’ y obligar a los solicitantes de asilo que viajan a través de un tercer país a buscar protección allí primero”, se explica en el análisis.

En el primer semestre de 2024, México arrestó a casi 715.000 migrantes no mexicanos que se dirigían a EE.UU. (el 51% proveniente de Sudamérica y el 29% de Centroamérica), casi un 195% más que el año anterior, de acuerdo con el Instituto Nacional de Migración de México, como parte de las políticas de Joe Biden para reducir los cruces ilegales.

Y Moody’s es claro en señalar que si bien Trump ha prometido deportaciones masivas en su campaña, varios obstáculos legales, diplomáticos y prácticos las harían difíciles de implementar, aunque las deportaciones podrían aumentar con respecto a los niveles actuales.

La inmigración de indocumentados a EE.UU. ha disminuido en la última década

Otros factores que considerará el nuevo gobierno de EE.UU.

Para la calificadora de riesgo, la transición hacia una economía baja en carbono y los esfuerzos por frenar el poder de los carteles de la droga, también serán una prioridad de la nueva administración, tanto en poder de Trump como de Harris.

PUBLICIDAD

Los analistas señalan que es probable que Harris continúe con las políticas ambientales de la administración de Biden, mientras que Trump ha prometido revertir algunas de ellas.

Ver más: Empresas retrasan sus planes de inversión antes de las elecciones en EE.UU., según encuesta

“Fomentar la transición energética en América representaría una oportunidad para que EE.UU. profundice los lazos comerciales regionales y contrarreste la influencia de China en la región. Sudamérica se ha convertido en un destino importante para la inversión verde de China y es socio comercial para los minerales, que resultan fundamentales para las tecnologías verdes”, precisa el texto.

Pero, además, controlar la influencia de los carteles de la droga, lo cual requiere intercambio de inteligencia y colaboración con América Latina, posiblemente sea una gestión menos activa en una administración de Trump, en comparación con Harris, en especial si se trata de abordar las preocupaciones del gobierno estadounidense en la región relacionadas con la corrupción y el debilitamiento de las instituciones democráticas.

“Como vicepresidenta de EE.UU., Harris colaboró con la interrupción del flujo de drogas ilícitas y prometió firmar una ley que financiaría la tecnología de detección para ayudar a interceptar drogas ilícitas. Su administración también podría aplicar sanciones y restringir las transacciones financieras de personas o entidades vinculadas a los cárteles (...) Por el contrario, una administración de Trump podría designar a los cárteles como organizaciones terroristas, lo que le permitiría a EE.UU. aumentar su presencia militar y sus operaciones de inteligencia en América Latina”, finalizó el informe.