Bloomberg — El yen se debilitó por encima de 155 por dólar por primera vez desde julio, aumentando el riesgo de que Japón entre en el mercado de divisas para intentar frenar la depreciación.
La divisa nipona cayó hasta un 0,4%, hasta 155,15 frente al dólar, ampliando sus pérdidas tras la reelección de Donald Trump como presidente de EE.UU. El repunte de los rendimientos de los bonos del Tesoro está pesando sobre el yen, con el rendimiento a dos años alcanzando su nivel más alto desde julio.
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La caída ha llevado al yen cerca de los niveles en los que las autoridades japonesas intervinieron por última vez para apuntalar su moneda, y el máximo responsable de divisas del país ha advertido sobre los movimientos unilaterales y repentinos. La previsión mínima del yen que puede desencadenar una intervención era de 150 frente al dólar, con la mediana en 160, según una encuesta realizada por Bloomberg el mes pasado entre 53 economistas.
“Dependiendo de lo que saquemos del IPC, el IPP y las ventas minoristas de EE.UU., podríamos ver cómo el dólar-yen se rectifica con bastante rapidez si el Ministerio de Finanzas no interviene verbalmente”, dijo Shoki Omori, estratega jefe de la mesa de Japón de Mizuho Securities Co. en Tokio.
La política económica expansiva e inflacionista de Trump puede hacer que la Reserva Federal esté menos dispuesta a bajar las tasas de interés. Eso podría debilitar aún más al yen, ya que el mercado se cuestiona el ritmo de una mayor reducción de la diferencia de tasas de interés entre Japón y EE.UU.
El gobierno ha mantenido en vilo a los operadores sobre cuándo será la próxima intervención en la divisa. Este año, Japón gastó la cifra récord de 9,8 billones de yenes (US$63.000 millones) durante las intervenciones de finales de abril y principios de mayo, y otros 5,5 billones de yenes a principios de julio después de que el yen alcanzara su nivel más débil desde 1986.
La persistente debilidad del yen también puede incitar al Banco de Japón a considerar una subida de las tasas de interés antes de lo previsto. El gobernador del BOJ, Kazuo Ueda, reconoció en una rueda de prensa en octubre que los tipos de cambio han estado influyendo en la evolución de los precios en Japón.
“El yen podría tocar los 158 a finales de año si el BOJ no sube las tasas y la Fed se muestra menos dovish (expansiva)”, dijo Omori.
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Los operadores ven ahora casi un 50% de posibilidades de que el BOJ suba las tasas en su reunión de política monetaria de diciembre, según los swaps de índices a un día. La subida de tasas del banco central en julio estuvo motivada en un 80-90% por la debilidad del yen, según el ex director ejecutivo del BOJ Kazuo Momma.
La senda de recortes de tasas de la Reserva Federal también sigue siendo incierta. El presidente de la Fed de Minneapolis, Neel Kashkari, dijo que una sorpresa en los datos de inflación de hoy podría desbaratar un recorte en diciembre. Ese dato también será clave para los observadores del yen.
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“Es posible que la Fed intente ser ligeramente agresiva con los recortes de tasas por ahora, incluso si el dato de inflación de hoy es algo más alto de lo esperado”, dijo Charu Chanana, estratega jefe de inversiones de Saxo Markets en Singapur. “Esto podría limitar el margen de presiones a corto plazo sobre el yen, pero la relación riesgo-recompensa sigue inclinada a la baja dado el probable aumento de la tasa terminal de la Fed y un ritmo más lento de normalización del Banco de Japón.”
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