El oro va camino a su mejor semana desde noviembre, ¿qué esperar para 2025?

El metal cotiza con una ligera caída en la jornada del viernes, pero acumula una ganancia en la semana. Los analistas esperan que el buen desempeño en 2024 continúe este año.

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Las compras de los bancos centrales en las economías emergentes han ayudado a impulsar el precio del oro, que podría acercarse a los US$3.000 la onza durante este año.
03 de enero, 2025 | 12:11 PM

Bloomberg Línea — Uno de los metales que mejor desempeño tuvo el año pasado fue el oro que, a pesar de la caída que registra en las horas de la mañana del viernes, va camino a comenzar 2025 con el pie derecho y a registrar su mejor semana desde noviembre.

Durante la cotización de hoy, el metal llegó a tocar máximos de tres semanas, hasta los US$2.654,2 la onza, el nivel más alto desde el 13 de diciembre. La debilidad del dólar y su atractivo como activo refugio, en medio de las expectativas que genera la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, han impulsado al commodity.

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En el día, registraba una caída de -0,6% a las 11:23am, hora de Nueva York, que de todas formas le permite acumular una ganancia semanal de 1,07%, la más alta desde el 5,96% que registró al cierre de la semana del 22 de noviembre de 2024.

Su desempeño va en línea con las expectativas que tienen los analistas para este año, luego de que en 2024 registrara su mayor alza anual desde 2010. Respecto al precio que muestra hoy, Goldman Sachs cree que aún tiene espacio para crecer al punto de superar los US$2.900 a finales de 2025.

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La división de investigación del banco estadounidense destaca en su informe de perspectivas para 2025 que el lingote ofrece beneficios de cobertura, en medio de “posibles shocks geopolíticos, incluidos posibles aumentos de las tensiones comerciales”, los temores por los niveles de deuda de EE.UU. y las expectativas sobre las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal.

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El papel de los bancos centrales

En un informe publicado el año pasado, Lina Thomas, analista de Goldman Sachs Research, agregó que la compra de lingotes de oro por parte de los bancos centrales se ha sumado a los impulsores que han tenido los precios desde 2022.

Según el análisis, la preocupación de los mercados emergentes sobre posibles sanciones financieras ha hecho que los bancos centrales aumenten sus compras de oro, una tendencia que se ha visto desde la congelación de los activos del banco central de Rusia en 2022, tras el inicio de la guerra en Ucrania.

“Los inversores a largo plazo están interesados ahora en tener oro, porque las tasas son más bajas”, escribió Thomas. “Al mismo tiempo, es probable que las tenencias de los bancos centrales sigan acumulándose”.

La demanda total de oro marcó un récord para un tercer trimestre en 2024 y subió 5% hasta las 1.313 toneladas. Los bancos centrales han moderado el ritmo de sus compras, pero permanecen en niveles históricos

En su informe del tercer trimestre de 2024, el más reciente, el World Gold Council resaltó que la demanda total de oro aumentó 5% interanual hasta las 1.313 toneladas, un récord para un tercer trimestre.

Según el reporte, las compras de los bancos centrales se mantuvieron en 186 toneladas en el tercer trimestre, lo que llevó al balance en los primeros nueve meses de 2024 hasta las 694 toneladas, en línea con el mismo periodo de 2022.

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“Los inversores han mostrado interés en comprar aprovechando el impulso de los precios, se sienten alentados por la perspectiva de futuras reducciones de los tipos de interés y también están considerando el papel del oro como refugio seguro ante la incertidumbre política estadounidense y la escalada de conflictos en Oriente Medio”, dijo Louise Street, analista senior de mercados del World Gold Council.

Las expectativas para 2025

La mediana de pronósticos recopilados por Bloomberg indican que, en el segundo trimestre, el oro llegaría hasta los US$2.750 para cerrar el año sobre los US$2.675. Junto con Goldman Sachs, Bank of America es uno de los más optimistas, pues calcula que la onza llegará hasta los US$3.000 al cierre del año.

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Según una nota de los analistas del banco, para llegar a esos niveles se necesitaría que la onza no comercial repunte, lo que podría suceder con más recortes de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos.

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UBS Group también cree que la onza llegará hasta los US$2.900 para el cierre del cuarto trimestre de este año, impulsado por la acumulación de los bancos centrales y la demanda como cobertura ante la incertidumbre que se espera para este año.

“Con la guerra entre Rusia y Ucrania aún en curso y la situación en Medio Oriente no menos complicada, creemos que la demanda de coberturas por parte de los inversores debería aumentar aún más, impulsando las entradas de fondos cotizados en bolsa en oro”, dijo en una nota la oficina del director de Inversiones de la entidad.

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Citi también espera que el precio del oro se mantenga alto este año, en medio de la fortaleza de la economía estadounidense, la acumulación de reservas de los bancos centrales y un escenario en el que el petróleo suba, debido a la escalada a corto plazo en Medio Oriente.

Los riesgos que podrían frenar el alza

Hay unos bancos más optimistas como el Bank of Tokyo-Mitsubishi UFJ que ubican a la onza por encima de los US$3.080. Según su pronóstico para 2025, hay una combinación de miedo, que impulsa su atractivo como cobertura ante la incertidumbre geopolítica, junto con la demanda de los bancos centrales.

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Para los analistas, el metal podría romper la barrera de US$3.000 durante el tercer trimestre. No obstante, destaca cuatro riesgos que podrían frenar la subida. La primera es que haya una resolución pacífica de los conflictos en Oriente Medio y Ucrania, mientras que la segunda es que se produzca una disminución de la preocupación por el crecimiento en China, probablemente vinculada a un aumento significativo de las políticas en el sector inmobiliario.

Además, se podría enfrentar a un ajuste agresivo de la Reserva Federal que conduzca a subidas de tasas y con ello a un dólar más fuerte, lo que reduciría el apetito por el metal. El banco también advierte por un escenario en el que las compras de oro de los bancos centrales de los mercados emergentes alcancen sus límites, uno de los principales catalizadores que ha tenido el precio.