¿Cuál ha sido el retorno del S&P 500 y de las pequeñas empresas en el último siglo?

El indicador de las 500 principales empresas de Estados Unidos ha mostrado un rendimiento cercano al 10% en los últimos 97 años.

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En los últimos dos años, el impactante salto que han tenido las grandes compañías tecnológicas, principalmente las 7 magníficas (Apple, Nvidia, Microsoft, Alphabet, Amazon, Meta y Tesla), ha llevado a que muchos inversores se vean tentados a concentrar las inversiones en pocas empresas, pero la historia demuestra que es importante diversificar posiciones.

En los últimos 97 años, el índice S&P 500 ha generado, en promedio, una rentabilidad anualizada de +9,94% (incluyendo dividendos), mientras que las empresas de pequeña capitalización han obtenido, también en promedio, mejores resultados, con un 11,74% (incluyendo dividendos). Los bonos, el efectivo y los bienes inmuebles les siguieron, con +4,50%, +3,31% y +4,23%, respectivamente. El oro, a menudo considerado como una cobertura, rindió un +5,12%, y la inflación promedió un ~3% anual.

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Los datos, surgen de un estudio del holding suizo Mirabaud que toma el relevamiento de Aswath Damodaran, profesor de finanzas de la Universidad de Nueva York y Abarcan desde 1928 hasta 2024.

En lo que se refiere a renta variable, números similares se obtienen en base a un desagregado por décadas que publica el documento de Mirabaud y se basa en números de Ritholtz Wealth Management y abarca desde la década de 1930 hasta la actual. Allí se observa que las small caps (empresas de pequeña capitalización) rindieron, en promedio, 12,1% y el S&P 500, 10,3%.

No obstante, Mirabaud aclara que existe una distorsión que juega a favor de las pequeñas compañías: de 1940 a 1969, las pequeñas capitalizaciones registraron una rentabilidad total del 22.000% (~20% anualizado), frente al 2.700% del S&P 500 (~12% anualizado). Pero desde 1970, la diferencia se ha reducido, y las pequeñas capitalizaciones registran una rentabilidad anual de alrededor del 10%, lo que las acerca a las grandes capitalizaciones. ¿A qué se debe esto? En los primeros tiempos, las pequeñas capitalizaciones estaban dominadas por microcapitalizaciones sin liquidez y los costes de transacción eran mucho más elevados, lo que distorsionaba los resultados históricos.

De hecho, si en vez de tomar el promedio se utiliza la mediana, pasarían al frente las grandes compañías: 11% es la mediana de rendimiento anual del S&P 500 desde 1930 hasta aquí y 10% la mediana de las pequeñas empresas.

En base a los números, los analistas de Mirabaud afirman que, con una inflación media en torno al 3% desde 1928, “la renta variable sigue obteniendo resultados significativamente superiores y ofrece elevados rendimientos reales”. Asimismo, señala que “los bonos y el sector inmobiliario, aunque estables, han tenido dificultades para superar la inflación, y el poder adquisitivo del efectivo se ha erosionado con el tiempo”.

En cuanto al metal precioso, detalla: “El rendimiento del oro, aunque sólido, va acompañado de volatilidad, lo que lo convierte más bien en un activo complementario”.

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El valor de diversificar

Según los analistas de Mirabaud, los datos confirman “una verdad esencial”. Al respecto, señalan: “La diversificación es lo más importante. Aunque la renta variable, encabezada por el S&P 500 y las pequeñas capitalizaciones, sigue siendo la ganadora a largo plazo, cada clase de activo desempeña un papel en una cartera equilibrada”.

El documento subraya que “los bonos y el efectivo aportan estabilidad, los bienes inmuebles ofrecen un valor tangible y el oro protege frente a la incertidumbre”.