Bloomberg — El gobierno de Venezuela se encuentrar preparando un nuevo ajuste para los precios del gas natural a medida que continúa eliminando gradualmente los subsidios al combustible en búsqueda de ingresos.
El Ministerio de Petróleo venezolano intenta triplicar los precios del combustible, su primer aumento en más de una década, luego de años de hiperinflación que redujeron el precio a casi nada, según personas con conocimiento del tema. Petróleos de Venezuela (PDVSA) declinó responder a una solicitud de comentarios.
Las empresas y fábricas que usan gas como combustible para hornos, calderas y calentadores pagarán US$3,3 por millón de unidades térmicas británicas (BTU) desde un precio anterior de US$1,13 por millón de BTU, o US$2,48 por metro cúbico. Este sería el segundo aumento de combustible planeado por el Gobierno después de anunciar un alza en los precios del diésel con fines industriales el 6 de julio.
El Gobierno aumentó significativamente los precios de la gasolina y el diésel por última vez en 2020 después de revertir una política de décadas de subsidios para los conductores y el transporte público que convirtió al combustible de Venezuela en uno de los más baratos del mundo. A pesar de tener las mayores reservas de crudo del mundo, las refinerías de Venezuela no pueden satisfacer la demanda interna de combustible debido a años de desinversión, mala gestión y sanciones impuestas por Estados Unidos.
Como parte de este nuevo esquema, la filial de gas de PDVSA se acercó a las medianas y grandes empresas para discutir nuevos contratos de suministro, que a partir de ahora se contabilizarán en dólares estadounidenses, dijeron las personas.
PDVSA es el único proveedor de gas para calefacción y cocina en el país. Abastece a más del 89% de los clientes con propano, que se entrega en bombonas. Menos del 10% recibe gas natural, que se envía directamente a los hogares y empresas a través de gasoductos.
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