Un año atrapados en la embajada argentina en Venezuela: el drama de cinco opositores a Maduro

“Nos han tomado como rehenes”, dice uno de los refugiados y aliados más fieles de María Corina Machado, la persona que más cerca ha estado de derrotar a Maduro.

ARCHIVO - Un coche patrulla de la policía se encuentra estacionado fuera de la embajada de Argentina, donde algunos miembros de la oposición de Venezuela están buscando asilo en el interior, en Caracas, Venezuela, 31 de julio 2024, tres días después de las elecciones presidenciales impugnadas.
Por Bloomberg News
20 de marzo, 2025 | 11:35 AM

Bloomberg — Durante el último año, el gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha sitiado una mansión en el este de Caracas.

Las fuerzas de seguridad armadas rodean constantemente la embajada argentina y han amenazado con entrar al menos cuatro veces. La caja de fusibles que alimenta el edificio fue retirada en noviembre. Rara vez se permiten entregas de comida.

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Al interior se encuentran cinco miembros de la oposición venezolana, algunos de los aliados más fieles de María Corina Machado, la persona que más cerca ha estado de derrotar a Maduro en sus doce años en el poder.

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Entraron al edificio hace un año esta semana después de que el gobierno emitiera órdenes de arresto acusándolos de traición y conspiración. Meses después, Maduro se adjudicó la victoria en unas elecciones presidenciales muy controvertidas y encarceló a cientos de manifestantes. Los cinco se convirtieron en prisioneros de la mansión, reacios a entregarse y sin poder salir.

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Son los únicos que habitan la embajada, después de que el régimen expulsara a los diplomáticos argentinos el verano pasado y de que el personal local dejara de salir por miedo en diciembre. Brasil asumió la protección de la embajada y de los que estaban dentro en agosto y ha podido mediar con el gobierno venezolano para algunas de las peticiones de los refugiados. Pero las conversaciones para proporcionarles un paso seguro fuera de la embajada —y del país— siguen estancadas.

“Es un vaivén de emociones y uno intenta mantenerse con el foco puesto, la mente bien amoblada, con el ánimo arriba pero es complejo, es difícil”, dijo Pedro Urruchurtu, de 34 años, quien se desempeña como asesor de Machado para asuntos internacionales y es una de las personas que vive dentro de la sede diplomática.

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Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, dijo que el gobierno está utilizando el asedio para presionar a Machado, que permanece escondida.

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“Se convierte en una espada de Damocles sobre la cabeza de María Corina”, dijo Alarcón. “De alguna forma les dicen: ‘Tengo estos rehenes y si tú intentas hacer algo extremo, no vamos a tener dudas en hacer lo mismo’”.

El régimen, por su parte, niega que exista algún asedio. El ministro del Interior, Diosdado Cabello, ha acusado a las personas que se refugian en el edificio de “farsa”. Representantes del gobierno no respondieron a las solicitudes de comentarios para este artículo.

Mientras los cinco celebran su aniversario en la embajada, el estancamiento político de Venezuela se ha visto agravado por una serie de cambios de política en EE.UU. El presidente Donald Trump envió a Richard Grenell a reunirse con Maduro en enero, lo que sugería un deshielo en las relaciones entre los dos países, y recibió un acuerdo para aceptar a los venezolanos deportados de EE.UU.

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Luego, la administración Trump ordenó al gigante petrolero Chevron Corp. (CVX) que detuviera sus operaciones en Venezuela y envió a un grupo de más de 200 migrantes venezolanos y presuntos pandilleros a una temida prisión de El Salvador, una medida que Maduro denunció. Algunos observadores de Venezuela creen que existe tensión entre los objetivos de Trump de expulsar a los migrantes y la restauración de la democracia.

“Lo que creo que estamos viendo ahora es un conflicto entre dos objetivos potenciales”, dijo Ryan Berg, director del Programa de las Américas del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington. “Si (Trump) los secuencia mejor, empezaremos a ver menos conflictos entre la consecución de estos dos objetivos”.

Los días de Urruchurtu consisten en levantarse temprano para leer, normalmente sobre estoicismo o historia, seguido de tiempo dedicado a rezar, meditar y escribir en su diario. Revisa los correos electrónicos y se pone al día con el trabajo antes de levantar pesas por la tarde. La rutina le da estructura y le ayuda a pasar el día, dijo.

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Omar González, periodista de 75 años y exlegislador, se levanta a las 3 de la mañana para comenzar un turno de vigilancia de cuatro horas. El grupo se turna para vigilar la propiedad y confía en un sistema de alarma casero de ollas y sartenes para avisarse mutuamente en caso de que las fuerzas gubernamentales se acerquen.

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González y Urruchurtu comparten la mansión, en gran parte desierta, con la directora de campaña de la oposición, Magalli Meda, la jefa de prensa, Claudia Macero, y el coordinador electoral, Humberto Villalobos. Al exministro Fernando Martínez Mottola, que inicialmente formaba parte del grupo, se le permitió salir de la embajada en diciembre y murió por complicaciones de salud dos meses después (Bloomberg entrevistó a González y Urruchurtu por teléfono y mensajes de WhatsApp).

Para las comidas, comparten productos enlatados (atún, sardinas y salchichas), la mayoría de los cuales se habían almacenado en la embajada durante los primeros días de su estancia. Han intentado traer suministros frescos utilizando aplicaciones de reparto, pero los conductores han sido detenidos o arrestados, por lo que rara vez funciona. Llenan barriles de plástico con aguas lluvia, mientras que un pequeño panel solar recarga los dispositivos electrónicos.

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“Todo se ha vuelto muy de supervivencia, muy de reservas”, dijo Urruchurtu. “Las comidas las hacemos muy justas: lo que queda lo aprovechamos en la siguiente comida, y así estamos”.

No es la primera vez que destacados miembros de la oposición venezolana buscan refugio en embajadas extranjeras en Caracas para evitar ser arrestados. El líder opositor Leopoldo López se escondió en la residencia del embajador español durante 18 meses antes de escapar del país en 2020. Y el año pasado, el candidato presidencial Edmundo González se escondió en la embajada holandesa durante casi seis semanas antes de verse obligado a huir a España.

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Pero nunca antes el régimen de Maduro había hostigado tan descaradamente a una sede diplomática. Aunque el gobierno aceptó inicialmente que los asesores de Machado solicitaran asilo en Argentina, más tarde se retractó del acuerdo, alegando que sabía que utilizarían el salvoconducto para huir a otro destino.

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“Forma parte de un patrón de terrorismo de Estado que administra Maduro”, dijo Tomás Arias, uno de los abogados de los solicitantes de asilo. “Como ellos no se sometieron a la amenaza cierta de ser capturados y enviados a sitios de reclusión, lo que hicieron fue convertir la embajada en una cárcel”.

Brasil ha puesto a disposición un avión militar para llevar a los cinco a Argentina o a otro lugar, dijeron dos personas con conocimiento directo de los planes. Sin embargo, en febrero fracasó el más reciente esfuerzo diplomático de Brasil para concederles una salida segura del país.

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Urruchurtu dijo que el grupo está dispuesto a discutir la salida de Venezuela, siempre y cuando cualquier solución se mantenga dentro del marco del derecho internacional. Pero el ministro del Interior, Cabello, advirtió el año pasado, tras el intento frustrado de buscar asilo en Argentina, que “no hay salvoconductos para quienes no aman esta patria”. Mientras tanto, el intento del gobierno de procesar a los cinco parece estar en el limbo.

Por la tarde, el grupo recibe la visita de guacamayas, grandes loros de colores vivos que sobrevuelan Caracas. Una vez que se pone el sol, se sientan a la luz de las velas y piensan en su futuro.

“Discutimos sobre por qué no terminan de asaltar esto, yo creo que nos han tomado como rehenes”, dijo González, que está escribiendo un libro sobre su experiencia.

“Me falta el final”, dijo. “Espero sea pronto”.

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