Bloomberg — Una nueva operación está ganando fuerza en el mercado de bonos impagados de Venezuela antes de las elecciones presidenciales de este mes: Comprar la deuda de la petrolera estatal.
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Un puñado de inversores, entre los que se encuentran William Blair & Co, Gramercy Funds Management y la firma española Auriga Global Investors, están apostando por los pagarés de la empresa estatal Petróleos de Venezuela SA, que se negocian por tan sólo 11 centavos de dólar. Los prefieren a los bonos soberanos de Venezuela, más caros.
Los títulos, argumentan, recibirán un trato similar cuando finalmente tenga lugar una reestructuración de bonos largamente esperada. La perspectiva de un proceso de este tipo ha cobrado fuerza antes de las elecciones del 28 de julio en las que el presidente Nicolás Maduro se presenta a la reelección contra Edmundo González, un antiguo diplomático. Los bonos, que suman alrededor de US$60.000 millones de principal, llevan en mora casi siete años.
"Los tenedores de bonos son más optimistas de que PDVSA no quedaría esencialmente fuera del redil, lo que es beneficioso para los bonos de PDVSA cerrando la brecha con el soberano", dijo Arif Joshi, un gestor de fondos de Lazard Asset Management, que declinó decir si está comprando la deuda. Lazard poseía bonos de PDVSA y soberanos a principios de este año, según datos recopilados por Bloomberg.
Robert Koenigsberger, fundador y director de inversiones de Gramercy, dijo que ve la posibilidad de una transición política tras la votación.
"Quieren acceder a los mercados de capitales", dijo. "Si tienes una cultura crediticia, no piensas en cómo fastidiar a los tenedores de bonos".
Cualquier reestructuración está aún lejos, ya que las sanciones de EE.UU. tendrían que ser levantadas antes de que pudiera comenzar. Pero la apuesta por los bonos de PDVSA ganó tracción en abril, cuando JPMorgan Chase & Co. (JPM) dijo que empezaba a incluir los pagarés en sus índices de mercados emergentes, ampliamente seguidos.
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Desde entonces, los diferenciales entre PDVSA y la deuda pública se han estrechado hasta niveles no vistos desde noviembre, poco después de que EE.UU. levantara la prohibición de negociar la deuda en el mercado secundario. Los pagarés de PDVSA con vencimiento en 2024 se intercambian por unos 13 centavos de dólar, ganando unos 2 centavos en los últimos tres meses, según operadores y datos de precios recopilados por Bloomberg. Los bonos del Estado con vencimientos similares se negocian a unos 18 centavos, más o menos al mismo nivel que hace tres meses.
Es poco probable que los precios de PDVSA alcancen plenamente a los de los pagarés soberanos, que tienen un mayor peso en los índices y a los que se deben más intereses vencidos. Sin embargo, los gestores de dinero que promocionan la operación ven que la brecha se está estrechando, lo que ofrece un rápido repunte.
Jared Lou, inversor de William Blair, dijo que el reequilibrio de los índices ofrecía una oportunidad de compra además del valor en el diferencial entre PDVSA y los bonos soberanos.
"La diferencia de precios entre ambos era injustificada", dijo.
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