Bloomberg — Venezuela está en conversaciones avanzadas sobre nuevos acuerdos con las grandes empresas energéticas europeas Repsol SA y Eni SpA, en un momento en que el país sudamericano trata de reafirmarse como productor mundial de petróleo después de que EE.UU. suavizara las sanciones.
Las compañías española e italiana están negociando los términos de los contratos entre sus empresas petroleras y la estatal Petróleos de Venezuela SA, según tres personas familiarizadas con los acuerdos que no están autorizadas a hablar públicamente. Dos de ellas afirman que podría alcanzarse un acuerdo a finales de año.
A cambio, las grandes petroleras europeas esperan asegurarse las exportaciones de un proyecto clave que tiene derechos sobre el mayor yacimiento de gas marino de Sudamérica.
También pretenden obtener un mayor control operativo y financiero de sus empresas, con la esperanza de alcanzar a Chevron Corp. después de que la perforadora estadounidense obtuviera una licencia especial para reanudar la producción en Venezuela a finales del año pasado.
El mes pasado, Etablissements Maurel & Prom SA de Francia se convirtió en la primera empresa europea en firmar un contrato con PDVSA después de que la Administración Biden suspendiera las sanciones a cambio de garantías electorales del Gobierno venezolano de cara a las elecciones presidenciales del próximo año.
Con los mercados sedientos de más barriles procedentes del país con las mayores reservas de petróleo del mundo, se espera que Venezuela aumente su producción y dirija una mayor parte de su producción actual a las refinerías de Estados Unidos. Esto podría ayudar a contener los precios de la gasolina en Estados Unidos mientras el presidente Joe Biden hace campaña para su reelección en 2024.
Sin embargo, el régimen de Nicolás Maduro ha hecho lo mínimo para cumplir su parte del trato con Estados Unidos. Aún no ha liberado a los presos políticos, lo que ha llevado a los funcionarios de Biden a evaluar la posible necesidad de reimponer sanciones. Maduro también está intensificando las tensiones con la vecina Guyana, señalando su intención de conceder licencias de exploración en la disputada región de Essequibo, rica en petróleo, tras la celebración de un referendo sobre su anexión.
Repsol envió un equipo negociador a Caracas en noviembre para mantener conversaciones sobre los contratos y explorar nuevas opciones para asegurar el acceso a crudo pesado para sus refinerías de petróleo en España, dijeron dos de las personas. Las negociaciones girarán probablemente en torno a compromisos que aumenten la producción tanto para Repsol como para PDVSA.
La compañía con sede en Madrid también revisó la deuda a largo plazo que tiene PDVSA por las ventas de petróleo y gas. Esto incluye la deuda acumulada por PDVSA por las ventas de gas natural de la empresa Cardón IV, que Repsol gestiona a partes iguales con Eni, con sede en Roma. El proyecto satisface casi un tercio de la demanda de gas natural de Venezuela, según Rubén Pérez, director de Chemstrategy, una consultora energética de Caracas.
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