Caracas — Carteles amarillos, grandes y pequeños, se han hecho notorios durante los últimos meses en las principales tiendas comerciales de Caracas. Cashea es el nombre que acompaña a la inusual promoción de una app, que proporciona créditos para compras en un país sin alternativas de financiamiento.
De al menos 100 usuarios que facturan en un reconocido local de vestimenta, zapatos y accesorios importados desde España principalmente, 80 apelan a la plataforma que ya cuenta con nueve meses de inaugurada en el país, con sus fundadores residiendo en el exterior.
Pedro Vallenilla, uno de los creadores de la primera plataforma venezolana con este propósito, cuenta a Bloomberg Línea cómo el proyecto ya representa actualmente la segunda aplicación de finanzas más descargada del país, y la número 22 en cuánto a descargas de créditos nuevos originados.
Cashea además se ubica en el quinto lugar de emisión de nuevos créditos en comparación con la banca, entre el Banco de Venezuela, Banco Nacional de Crédito y Bancamiga, de los que se diferencia por ser una plataforma para venta en cuotas sin interés y sin riesgo, y con el comercio haciendo el financiamiento, que es la condición fijada por la superintendencia.
Junto a su socio Ramón Lange Fernández, cofundador de la compañía, se permitió reconocer las diversas necesidades en la nación suramericana, y las soluciones que podía aportar. Vallenilla, que ya tiene siete años fuera del país y actualmente vive en Buenos Aires, logró transmitir ese interés a su compañero, residente en Ciudad de México, y entre ambos entendieron que las condiciones estaban dadas para lograr avanzar en este mercado, como ocurrió el año pasado.
“Ahorita viene una ronda de inversionistas internacionales muy reconocidos, porque Venture Capital está mirando a Venezuela como una gran opción (...) Balbi, de Rappi, lo comentaba en LinkedIn, Latinoamérica está mirando a Venezuela como un gran mercado para desarrollar, que está muy virgen y hay mucho por hacer. Los fondos de Venture Capital lo están viendo así, con sus fondos en 2023 mejorando”, explica Vallenilla en relación a su país natal como primer mercado para el desarrollo de su negocio.
Los riesgos forman parte del panorama, y aun así, luego del recorrido exitoso en la capital venezolana, Cashea apostará por avanzar hacia la región centro-occidental, con Barquisimeto, para luego encaminarse hacia Maracaibo.
Ya la plataforma contabiliza 700 comercios en lista de espera para afiliarse a Cashea, mientras que mantiene activa más de 200 tiendas físicas en toda Caracas, además de 400 tiendas distribuidas a nivel nacional que se ubican en digital a través de la aplicación.
La relación con los comercios se constituyó a partir de ofertas que generaron confianza con el potencial usuario, luego enfocándose en la mejor selección de comercios con trayectoria, para animar así al resto.
El desenvolvimiento de estos microfinanciamientos, cuyas líneas de compra en el caso de Cashea oscilan entre US$70 hasta US$250 se hace propicio cuando los créditos bancarios en el país representan cifras mínimas, con montos en bolívares que han quedado desfasados y un salario mínimo integral que representa US$5 al mes.
La administración de Nicolás Maduro intentó resurgir los créditos en el país a principios del año, con la autorización de préstamos indexados en dólares y la reducción del encaje bancario del 85% al 73%, sin embargo, no todas las entidades han logrado aplicarlo y economistas lo califican de insuficiente.
“Estos conceptos nacen en países donde las tarjetas de crédito existen y son muy duras, esto no viene en reemplazo de, sino que vive en paralelo a, atiende a otro segmento que tiene mayor conciencia financiera”, apunta Vallenilla.
Se podría considerar que aunque resulta favorable y beneficioso para el venezolano este tipo de alternativas, también la pérdida de poder adquisitivo y el distanciamiento con las opciones de crédito haría menor el compromiso de pagos.
En ese esquema, Vallenilla es dónde tiene mayor experiencia. “Mucha gente quiere prestar la plata por internet, pero muy poca gente sabe cómo cobrarla, y yo tuve la oportunidad de liderar el área comercial de una compañía de cobranzas, que gestionaba 3.8 millones de créditos de consumo en Latinoamérica. Cuento con la experiencia”, dice Vallenilla, quien también creó una de las estrategias de cobranzas a Santander, coordinó la cobranza preventiva y tardía de Falabella, Claro y Movistar en Chile.
En el proceso de Cashea se ha sorprendido con la cifra de morosidad entre sus usuarios caraqueños, la que se ubica por debajo del 2%, y resulta mínima en un universo de 300.000 registrados y 75.000 activos.
Vallenilla, que no culminó la carrera de Economía en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) porque prefirió dedicarse a otro emprendimiento propio e inédito en Caracas hace al menos una década, llamado Tu Descuentón, cree además que la ampliación de la tecnología y los incentivos permitirán organizar un proceso efectivo de recuperación.
“Del diseño del producto de crédito, nosotros tenemos que entender que el modelo de crédito tiene que responder a esa variable y tú definir los perfiles de cada una de las personas para asegurarse que se cumple con los parámetros que tú estás planteando y que el negocio es viable inclusive cuando existe una opción”, agrega.
Sus creadores reconocen que el segmento target es el que tiene mayor necesidad en el país, y son los consumidores con los que mejor se conectan. Esperan que otras iniciativas puedan sumarse en el país, mientras se proyectan para activar Cashea en el resto de la región.
“Yo creo que en Venezuela tienen que existir más iniciativas como estas, creo que poco a poco las compañías digitales, y nosotros somos de repente de las más jóvenes, pero hay grandes referentes hoy en día localmente que que han venido tratando de traer nuevas tecnologías al país y en las cuales yo creo que cada día serán más”.