Bloomberg — Las fuerzas de seguridad de Venezuela estuvieron «masivamente implicadas» en violaciones de derechos humanos que constituyen crímenes de lesa humanidad tras las controvertidas elecciones de julio, según un grupo de expertos de Naciones Unidas.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro reactivó su “maquinaria de represión” contra la oposición política del país antes de la votación, y las fuerzas de seguridad cometieron violaciones que van desde la detención arbitraria a la tortura y la violencia sexual después de las elecciones, dijo la Misión de Investigación Independiente de la ONU en Venezuela en un informe final publicado el martes.
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La Misión tiene “motivos razonables para creer que algunas de las violaciones de derechos humanos y crímenes investigados durante el periodo del informe son una continuación de la misma línea de conducta que la Misión caracterizó en informes anteriores como crímenes de lesa humanidad, cometidos en aplicación de una política de silenciamiento, desaliento y represión de la oposición al gobierno”.
Tras la votación estalló una oleada de protestas al negarse Maduro y las autoridades electorales controladas por el régimen a mostrar pruebas de su autoproclamada victoria. El gobierno reprimió agresivamente las protestas, provocando más de 2.000 detenciones.
La represión fue dirigida por numerosos funcionarios de alto rango y “continúa hoy en día”, dijo el panel de la ONU, añadiendo que los objetivos se ampliaron más allá de las figuras políticas de la oposición para incluir al público en general.
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El informe de 161 páginas detalla un “ataque generalizado y sistemático contra la población civil” destinado a “silenciar, desalentar y sofocar” a los opositores a Maduro. Las detenciones incluyen a unos 158 menores de edad, que fueron acusados de terrorismo. “Este es un nuevo fenómeno de particular preocupación para la misión”, dijo el panel, añadiendo que había dos niños entre las al menos 25 muertes atribuidas a la represión.
Maduro afirma que ganó la votación del 28 de julio contra su rival de la oposición, Edmundo González. González ha huido desde entonces a España, mientras que la líder opositora María Corina Machado permanece escondida.
El informe de la ONU abarcó un año de investigación, desde septiembre de 2023 hasta agosto. El panel describió la represión después de la votación como “una campaña sin precedentes de detenciones masivas e indiscriminadas” que se contaron por miles, alcanzando niveles sólo comparables a las protestas masivas contra el gobierno que Venezuela vio en 2014, 2017 y 2019.
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