Caracas — El gobierno venezolano ha sostenido una política de ajuste de bonificaciones sociales durante los últimos dos años mientras ha logrado esquivar un incremento salarial, sin modificaciones desde marzo del año pasado.
Para septiembre, como ha ocurrido en el resto de los meses anteriores, el aumento fue de apenas 10% según lo notificado en el Sistema Patria, la plataforma a través de la que se asignan los desembolsos correspondientes a estos pagos especiales.
El ajuste resulta leve en comparación con el mismo período el año pasado, cuando la administración de Nicolás Maduro incrementó los montos calculados en bolívares en hasta 61,05%.
Los bonos sociales para septiembre quedaron fijados desde 79,20 bolívares para Hogares de la Patria con un integrante, 99 bolívares para hogares con dos integrantes, 148,50 bolívares para hogares de tres integrantes, 198 bolívares para hogares de cuatro integrantes, 247 bolívares para familias de cinco integrantes y 297 bolívares para familias con seis o más integrantes.
En el cálculo reflejado en divisas, el menor de los montos queda situado en US$2,43 según el tipo de cambio oficial (32,59 bolívares por dólar) y el más alto en US$9,11. Mientras tanto, el salario mínimo integral se mantiene en menos de US$5 al mes.
En el caso de los bonos de Parto Humanizado y Lactancia Materna, ambos quedaron establecidos en 198 bolívares. El bono destinado a la salud, denominado José Gregorio Hernández, quedó en 148,50 bolívares.
El resto de las bonificaciones también fueron aumentadas como el bono de corresponsabilidad y formación, cuya tabla está discriminada por cargo en nómina especial siendo uno de los más elevados, el que quedó fijado en 7.500 bolívares (US$230).
El incremento de estos pagos especiales ha sido calificado como una fórmula exitosa para la reducción del gasto público del Ejecutivo, que atribuye la falta de ajuste salarial a las sanciones económicas y la caída de los ingresos del país.