Bloomberg — La administración Biden ha tomado medidas para proporcionar permisos de trabajo y protección contra la deportación a cientos de miles de inmigrantes venezolanos bajo la presión de ciudades agobiadas por una afluencia de solicitantes de asilo.
El Departamento de Seguridad Nacional estimó el miércoles que 500.000 venezolanos que llegaron antes del 31 de julio serán elegibles para trabajar bajo la nueva designación de Estatus de Protección Temporal. La medida es parte de una serie de políticas destinadas a gestionar el creciente número de llegadas de migrantes a la frontera entre Estados Unidos y México y a los centros urbanos.
Las ciudades que luchan por albergar a nuevos inmigrantes que agobian los refugios, los servicios sociales y los presupuestos ya ajustados se han convertido en una cuestión política para el presidente Joe Biden. Los republicanos acusan al presidente de impulsar un aumento en la frontera con políticas acogedoras, mientras que los defensores de los derechos de los inmigrantes lo culpan por no poner suficiente capital político detrás de un impulso para reformar las leyes de inmigración del país a principios de su mandato.
Las ciudades lideradas por demócratas se han quejado durante más de un año de recibir autobuses de inmigrantes enviados en muchos casos por republicanos, incluido el gobernador de Texas, Greg Abbott. En Nueva York, que por ley no puede rechazar a quienes necesitan vivienda, la administración del alcalde Eric Adams estima que llegan 10.000 solicitantes de asilo cada mes, una afluencia que puede costar unos US$12.000 millones durante los próximos tres años fiscales. Permitir que esos inmigrantes trabajen podría aliviar parte de la presión financiera sobre las ciudades que los acogen.
Adams acogió con satisfacción la medida y agradeció a Biden por “dar este importante paso que traerá esperanza a los miles de solicitantes de asilo venezolanos que actualmente están bajo nuestro cuidado y que ahora serán inmediatamente elegibles para el Estatus de Protección Temporal”.
Dentro de 30 días, el DHS también pretende aprobar permisos de trabajo para inmigrantes que ingresaron al país bajo un par de programas de permiso humanitario establecidos a principios de este año. Sin embargo, las nuevas políticas no cumplen con los recientes llamados al DHS para que elimine un período de espera de meses para que todos los solicitantes de asilo puedan trabajar.
La agencia dice que sólo el Congreso puede cambiar eso. La administración también está ampliando un programa que permite a los funcionarios fronterizos deportar rápidamente a algunas familias de inmigrantes que han cruzado la frontera y carecen de base para permanecer en Estados Unidos. También enviará 800 nuevos militares en servicio activo a la frontera para ayudar con la logística, anunció el departamento. Biden ha defendido sus acciones en materia de inmigración, diciendo que presentó una legislación para abordar el tema en su primer día en el cargo.
La administración dice que está haciendo todo lo posible para ayudar a los estados y ciudades con la afluencia y asigna al Congreso la responsabilidad de arreglar el sistema. El presidente solicitó US$4.000 millones al Congreso para seguridad fronteriza y mitigación de la migración en una medida de gasto de emergencia. Pero ese paquete enfrenta un camino cuesta arriba hasta su aprobación, con la Cámara de Representantes liderada por los republicanos preparándose para un choque con los demócratas en sus propias demandas fronterizas como parte de una lucha sobre cómo evitar un cierre del gobierno el 1 de octubre.
La inmigración es un tema clave para los votantes latinos, un grupo que Biden no puede permitirse perder, y su apoyo a los demócratas se ha ido debilitando en las últimas elecciones.
El presidente ganó el 65% de los votantes latinos en su carrera de 2020 contra Donald Trump, según las encuestas a boca de urna. Pero está teniendo un desempeño deficiente en una hipotética revancha, ganando sólo el 47% de los latinos, según un análisis de una encuesta del New York Times.
Biden tiene previsto hablar el jueves por la noche en la gala anual del Instituto del Caucus Hispano del Congreso, una oportunidad para que perfeccione su mensaje a los votantes latinos mientras intensifica su campaña de reelección de 2024.
Lea más en Bloomberg.com
