El veto a la candidatura de la opositora Corina Yoris, quien buscaba presentarse como candidata a la Presidencia en Venezuela, despertó rechazo en buena parte de los gobiernos Latinoamérica y ya no solo en los gobiernos de centroderecha, sino que desde la centroizquierda comienzan a llegar voces críticas. Entre ellas, la del presidente de la democracia más grande del subcontinente: Luiz Inácio Lula da Silva.
“No quiero nada mejor ni peor para Venezuela, quiero que las elecciones sean hechas como en Brasil, con la participación de todos”, afirmó Lula, mientras llevaba a cabo una conferencia de prensa conjunta con su homólogo francés, Emmanuel Macron, que está de visita oficial en Brasil.
Lula aseguró que a él también le “prohibieron” ser candidato cuando marchaba primero en las encuestas. “¿Y qué hice? Nombré a otro candidato y perdimos las elecciones, algo que forma parte del proceso democrático”, afirmó el mandatario de Brasil.
Sin embargo, respecto de la situación de Yoris, sostuvo que es “grave” que la académica no haya podido inscribirse en el proceso electoral que se llevará a cabo durante 2024. Y añadió que esta situación no tiene explicación “política ni jurídica”.
Junto a Lula estaba Macron, quien consideró que la situación en Venezuela de “grave” y advirtió que, en este contexto, las elecciones “no se pueden considerar democráticas”.
La respuesta de Venezuela a los cuestionamientos
El Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE), organismo a cargo del proceso electoral, rechazó los cuestionamientos internacionales, poniendo el foco de atención hacia Estados Unidos, uno de los países que repudió el veto a la académica y candidata opositora.
“El Poder Electoral de Venezuela rechaza, de manera categórica, los insolentes y falsos cuestionamientos del Departamento de Estado de los Estados Unidos sobre el CNE, con el objetivo de desprestigiar una de las instituciones más sólidas de la robusta democracia venezolana”, señaló el ente electoral en un comunicado que difundió a través de la red social X.
Según el organismo electoral, “Venezuela desarrollará, este próximo 28 de julio, su elección número 31 en los últimos 25 años”. El comunicado destaca: “Los venezolanos elegirán a su presidente entre un total de 13 candidatos inscritos, postulados por 37 organizaciones y partidos políticos, una fabulosa demostración de la diversidad política e ideológica de la oferta política en nuestro país. La postulación de los candidatos ha concluido de manera exitosa, realizada por voluntad propia de cada una de las organizaciones con fines políticos registradas”.
Más allá de que Venezuela busca poner a Estados Unidos en el centro del ring, lo cierto es que muchos líderes latinoamericanos de corte progresista se han alejado del régimen de Nicolás Maduro en los últimos años. Por citar un caso, el Gobierno de Chile, cuyo Presidente es el centroizquierdista Gabriel Boric, señaló en un comunicado: publicado el 21 de marzo de 2024:
“El Gobierno de Chile expresa su firme condena ante la detención arbitraria de representantes de partidos políticos de la oposición venezolana, que constituye una acción contraria al espíritu democrático que debe imperar en todo proceso electoral.
La citada medida afecta seriamente la realización de elecciones presidenciales democráticas, transparentes y libres, con participación plena de todos los candidatos y candidatas, contraviniendo los Acuerdos de Barbados validados por la comunidad internacional.
Finalmente, el Gobierno de Chile se suma a los llamados formulados por instancias multilaterales de derechos humanos, para que Venezuela ponga fin al hostigamiento contra los opositores políticos”.