Inflación interanual de alimentos en Venezuela a julio: un dato estratosférico en la región

El índice general de precios al consumidor interanual en la nación suramericana se situó en 398,2% mientras que el de alimentos y bebidas no alcohólicas fue de 402,6%

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Caracas — El Banco Central de Venezuela (BCV) publicó a principios de agosto las cifras correspondientes al Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) en julio, arrojando un dato interanual para alimentos y bebidas no alcohólicas de 402,6% y 398,2% general.

Los precios de alimentos que vienen incrementando a nivel global desde 2018, de acuerdo a lo comentado por el economista Leonardo Vera, han mostrado un significante repunte entre 2021 y 2023 en América Latina y el Caribe, pero con mayor énfasis en Venezuela frente al resto de la región.

Ni siquiera Argentina, que ha experimentado una crisis económica recientemente con una alta inflación recientemente, ha marcado un dato tan elevado como la nación suramericana. A julio, la variación de precios de alimentos fue de 118,6%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

En México fue de 9,79%, regresando a niveles de un dígito mientras que en Brasil fue de apenas 2,2%. En el vecino Colombia, el índice general anual fue de 11,78% y la inflación de alimentos y bebidas no alcohólicas marcó un 13,24%.

A partir de un gráfico con datos de FAOSTAT que evalúa el costo de los alimentos en la región y cómo ha evolucionado en los últimos años, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo explicó que el aumento desde 2018 obedece al incremento en los precios de los insumos agrícolas y la depreciación de las monedas locales. También refirió el repunte de 2022 con el inicio del conflicto entre Ucrania y Rusia.

En los casos de Argentina y Venezuela, el organismo detallaba en abril que los precios de los alimentos se habían disparado en estos dos países como consecuencia de la alta inflación y la devaluación de sus monedas, influyendo así en el promedio regional.

La pérdida de ingresos reales en el país también ha reflejado una caída en el consumo. El economista Luis Vicente León, director de la firma Datanálisis apuntaba a una reducción del ticket promedio de compra por encima de una reducción de volumen, impulsada por los altos costos.

En un estudio de la consultora, un 34% de los consumidores dijo que este año había cambiado los productos que compraba por otros más económicos, lo que revelaba un alta sensibilidad a los precios.

“Esto explica por qué muchas empresas han salido al mercado en estos últimos meses con estrategias agresivas de promociones, descuentos y reducción directa de precios en dólares para poder sostener las ventas. El problema es que mientras sus precios se congelan o reducen, los costos siguen subiendo en dólares (incluyendo los financieros y de mano de obra) y se alargan los días de cobranza, con lo que el flujo de caja se vuelve el principal dolor de cabeza del sector productivo”, señaló León.

A su juicio, el mercado venezolano requiere un mayor flujo de ingresos en divisas así como la eliminación del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras, cuya reforma fue implementada el año pasado con una alícuota adicional de 3% aplicada a todos los pagos hechos en dólares y criptomonedas.