Venezuela ya no es más, desde finales del año pasado, el país con más inflación del mundo, lugar que ahora ocupa Argentina, pero aún continúa sufriendo un régimen de alta inflación. Según el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), en marzo los precios treparon 3,9% mensual, situación que llevó la inflación interanual al 89%.
Estos valores marcan un rebote la inflación, teniendo en cuenta que durante el mes de febrero los precios habían caído 0,5% en relación a enero. En los tres primeros meses de 2024, el país acumuló una inflación de 7,8%.
Los datos contrastan con la información publicada por el Banco Central de Venezuela, que ubicó la inflación interanual en 67,8%, con un incremento mensual del 1,2%. Si bien el OVF es un privado, en los últimos años se ha convertido una referencia en la materia, a raíz de la presunta opacidad informativa del régimen de Nicolás Maduro.
En los últimos meses ambas mediciones venían corriendo bastante cerca, a diferencia de lo que sucedía años anteriores. Sin embargo, en el primer trimestre de 2024, volvió la divergencia.
¿Qué dice OVF respecto de la inflación de marzo?
“Esta aceleración de la inflación ocurrió en un contexto donde la liquidez monetaria se expandió 18,2% en el mes y 215% en términos anualizados y, no obstante, la estabilidad que mostró el tipo de cambio, el cual aumentó 0,36% en marzo y 29% con relación a marzo de 2023″, según destacó el informe del OVF.
El documento de la entidad continuó señalando: “Claramente, la política cambiaria, con particular énfasis en 2024, tiene como objetivo estabilizar al tipo de cambio y se ha logrado hacerlo. Sin embargo, hay que tomar en consideración que tal política encara riesgos muy importantes cuando la inflación local no disminuye rápida y significativamente. En efecto, al tomar en cuenta el tipo de cambio real, es decir, el tipo de cambio nominal ajustado por los diferenciales de inflación doméstica e internacional, se aprecia el problema”.
El Observatorio Venezolano de Finanzas mencionó también que, mientras que en marzo la tasa de inflación internacional anualizada se ubicó en el entorno de 3,5%, los precios en Venezuela subieron 89%. Ello quiere decir, según explicaron los autores del informe, que los bienes producidos localmente son más caros respecto a los importados, situación que le resta capacidad competitiva a la economía al tiempo que comprime la demanda agregada y el crecimiento económico.
“Tarde o temprano, el atraso del tipo de cambio se tendrá que corregir, como siempre ha sucedido en Venezuela y en todas las economías cuando la tasa de cambio no es sostenible”, advirtieron.