Caracas — El financiamiento para atender la crisis humanitaria en Venezuela ha ido marcando un retroceso desde el año pasado, con un 10% menos entre 2021 y 2022, y más reducciones previstas para 2023, de acuerdo a un informe de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
La nación suramericana se ha convertido en la segunda más desfinanciada para abordar las necesidades de las personas en condición de vulnerabilidad, con un aporte de US$104 millones entre enero y junio de este año por parte de los donantes.
En cuánto al plan de Respuesta Humanitaria, Venezuela ha recibido apenas el 14% de la cifra total requerida, con contribuciones desde 13 países. Esto representa tres cuartas partes del financiamiento recibido en el mismo período de 2022.
El monto requerido para el plan es de US$720 millones, de los que se han obtenido US$98 millones, además de US$6 millones fuera del proyecto.
De los principales países donantes, Estados Unidos representa el que mayor monto ha aportado al Plan de Respuesta Humanitaria en 2023 con US$46.3 millones hasta el momento, seguido de la Comisión Europea con US$23.2 millones, Suecia, Francia, Canadá, Alemania, CERF, Noruega y Suiza.
“La falta de financiación podría dejar a millones de venezolanos con necesidades críticas en áreas prioritarias clave. Las brechas actuales limitan la capacidad de suministrar vacunas y ampliar los programas de inmunización, dejando a niños y niñas menores de cinco años en riesgo de sufrir brotes de enfermedades transmisibles”, comenta la organización en un reporte difundido esta semana.
También se hace referencia al desbalance que esto representaría en el apoyo a profesores y alumnos, el que incluye programas de alimentación escolar. “Esto impactaría el acceso a una educación de calidad para 1.4 millones de niños y niñas”.
La OCHA ha asegurado que la dependencia de un número reducido de donantes hace que la respuesta sea más vulnerable a posibles cambios por parte de los países contribuyentes.
“Es urgente aumentar el financiamiento para abordar las necesidades críticas en Venezuela. Esto ayudaría a reducir el número de personas que buscan oportunidades fuera del país y, además, podría facilitar el retorno voluntario y la reintegración”, se acota en el informe.