Bloomberg Línea — La tensión aumenta en Venezuela a medida que se acerca el viernes 10 de enero de 2025, fecha que la Constitución, en su artículo 231, establece para que el presidente electo tome posesión del cargo.
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Ese día, la oposición agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) ha convocado a sus seguidores a las calles para respaldar la juramentación de Edmundo González Urrutia, reconocido como el presidente electo del país por una amplia mayoría. Sin embargo, Nicolás Maduro fue declarado vencedor por el Consejo Nacional Electoral (CNE) en un proceso marcado por irregularidades.
La coalición política opositora considera que el gobierno de Maduro ha recurrido a la persecución y la represión para mantenerse en el poder, calificando estas acciones como “terrorismo de Estado”.
El exdiplomático de 75 años, exiliado en España desde septiembre, ha asegurado su intención de regresar al país y asumir la Presidencia. “Me veo asumiendo el cargo para el que fui votado por la mayoría de los venezolanos”, dijo en un acto en Madrid el 10 de diciembre, con la participación telemática desde Venezuela de la líder opositora María Corina Machado.
Sin embargo, el político reconoció que actualmente “no existe ninguna disposición de acatar la voluntad ciudadana expresada en las elecciones presidenciales” por parte de Maduro y su gobierno.
El líder chavista, por su parte, ha reiterado su disposición a asumir un nuevo mandato de seis años en un acto previsto en la sede de la Asamblea Nacional, controlada por el chavismo.
En su discurso por los 165 años de la Batalla de Santa Inés, el 10 de diciembre, Maduro dijo que el pueblo venezolano está preparado para enfrentar “intrigas, complots y conspiraciones”.
El sucesor de Hugo Chávez también llamó a sus seguidores a salir “por millones” a las calles del país el 10 de enero, y a seguir movilizados para que el país no esté gobernado “jamás” por “un títere del imperialismo”, en alusión a que Estados Unidos reconoce a González Urrutia como el “presidente electo” de Venezuela.
En medio de esta crisis política, la situación de los derechos humanos en Venezuela sigue siendo alarmante. Organizaciones como el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) han denunciado la persecución y detención de opositores, así como la represión de manifestaciones pacíficas.
Mientras tanto, el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, quien asumirá el cargo el 20 de enero, diez días después de la fecha crucial en Venezuela, nominó recientemente a Richard Allen Grenell como Enviado Presidencial para Misiones Especiales, para trabajar “en algunos de los lugares más calientes del mundo, incluidos Venezuela y Corea del Norte”, según escribió en su red social, Truth Social.