Bloomberg — El intento de Nicolás Maduro de movilizar a los venezolanos patriotas en un referéndum sobre una disputa fronteriza no alcanzó sus objetivos, lo que indica un comienzo difícil para su campaña presidencial.
Los centros de votación estuvieron prácticamente desiertos el domingo, ya que la mayoría de los votantes ignoraron sus llamados a movilizarse. El informe del Gobierno de que 10,4 millones de personas participaron en el referéndum suscitó un escepticismo generalizado, pero incluso esa cifra fue inferior al objetivo de Maduro de 12 millones.
El referéndum planteaba cinco preguntas sobre si un territorio rico en petróleo del tamaño de Florida debería ser gobernado desde Caracas. Prácticamente todos los venezolanos creen que esta región, conocida como el Esequibo, les pertenece a ellos y no a la vecina Guyana, por lo que el resultado nunca estuvo en duda: alrededor del 95% de los votantes respaldaron la postura del Gobierno, según el Consejo Nacional Electoral (CNE).
La participación electoral, sin embargo, “contrasta dramáticamente contra las expectativas de participación generadas en el ambiente nacional, por la visual de los centros de votación el día de ayer y la participación histórica en eventos de este tipo en Venezuela”, dijo Luis Vicente León, director de la consultora caraqueña Datanálisis. “Para el Gobierno, es obvio que los resultados del referéndum no lograron generar la matriz de éxito que buscaba”.
La votación representó una prueba significativa de la capacidad del partido gobernante para movilizar a sus partidarios de cara a las elecciones de 2024. Maduro se encuentra bajo presión de Estados Unidos para que celebre elecciones limpias a cambio de un alivio de las sanciones económicas.
EE.UU. quiere que el Gobierno levante la inhabilitación a los candidatos de la oposición, incluida la principal rival de Maduro y ganadora de las primarias María Corina Machado, de ejercer cargos públicos, entre otras concesiones.
Machado sostuvo que los venezolanos mostraron su descontento al no participar. Ha dicho que Venezuela debería defender su posición ante la Corte Internacional de Justicia.
“Una de las razones para celebrar el referéndum habría sido poner a prueba el estado de ánimo del público”, escribió Nicholas Watson, analista de riesgo político de la consultora Teneo Holdings. “Si Maduro sigue nervioso sobre cómo manejar el desafío electoral, puede optar por mantener la disputa fronteriza a fuego lento en un intento de generar sentimiento nacionalista”.
La disputa se intensificó en los últimos años tras los enormes descubrimientos de petróleo frente a las costas de Guyana por parte de grandes empresas como Exxon Mobil Corp. La pequeña nación de habla inglesa es ahora uno de los productores de crudo de más rápido crecimiento del mundo. Guyana cuenta con más de 11.000 millones de barriles en reservas totales de petróleo recuperable y la producción actual se estima en 400.000 barriles de crudo por día.
Esta zona en disputa, que se encuentra dentro del territorio donde está establecida la República de Guyana, está delimitada por los ríos Cuyuní y Esequibo, marcando una porción del macizo Guayanés, que se extiende por alrededor de 159.500 kilómetros cuadrados, con recursos naturales únicos y estratégicos.
De acuerdo con el último reporte del Banco Mundial, mientras la economía de Latinoamérica crecerá solo un 2% en 2023, por debajo del desempeño global, Guyana presentaría un desempeño excepcional con una expansión del PIB del 29% en el 2023; de 38,2% en el 2024 y de 15,2% en el 2025.
La desconfianza en la fiabilidad de los resultados del referéndum publicados podría socavar la confianza en la autoridad electoral antes de las elecciones del próximo año, según Jesús Castellanos, antiguo funcionario de la autoridad electoral venezolana que ahora reside en Chile.
“Todo lo que hizo el nuevo CNE es contrario a un proceso de consulta popular auténtico o democrático”, afirmó Castellanos. “No solo ha perdido el régimen, también el órgano electoral”.
- Con la colaboración de Fabiola Zerpa y Nicolle Yapur.
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