En el año 2019, la expresidenta chilena Michelle Bachelet publicó un lapidario informe sobre Venezuela, desde su cargo como alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en el que se reportaron múltiples abusos contra la población civil. Hasta ese momento, parecía una rareza que una líder de la centroizquierda tomara una postura tan contundente frente al régimen chavista.
Pero la imagen de Nicolás Maduro se ha ido deteriorando desde ese momento y hasta hoy ya son varios los expresidentes y presidentes que buscan despegarse de la figura del presidente venezolano y más aún en este momento en que la comunidad internacional sospecha que hubo fraude en las elecciones presidenciales de 2024.
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La postura de Gabriel Boric
Tras los comicios, el primer mandatario de centroizquierda en fijar una postura sólida y contraria a la de Maduro fue el chileno Gabriel Boric Font, que escribió en la red social X: “El régimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer”.
Boric continuó: “La comunidad internacional y, sobre todo, el pueblo venezolano, incluyendo a los millones de venezolanos en el exilio, exigimos total transparencia de las actas y el proceso, y que veedores internacionales no comprometidos con el gobierno den cuenta de la veracidad de los resultados”.
También Bernardo Arévalo marcó distancia
El otro mandatario centroizquierdista latinoamericano que marcó una postura contundente en relación a Maduro fue el guatemalteco Bernardo Arévalo. “Venezuela merece resultados transparentes, certeros y apegados a la voluntad de su pueblo”, sostuvo.
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Además, Arévalo afirmó que su administración recibió “con muchas dudas” los resultados anunciados por el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE).
Y concluyó: “Por eso, son imprescindibles los informes de las misiones de observación electoral, que hoy más que nunca, deben defender el voto de los venezolanos”.
De hecho, Guatemala suscribió a un comunicado conjunto con otro ocho países de la región (Argentina, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay) en el que se solicitan garantías sobre el proceso electoral venezolano.
Alberto Fernández también cuestionó el proceso
El expresidente argentino Alberto Fernández, quien hasta el 10 de diciembre de 2023 estaba al frente del Ejecutivo del país sudamericano, también se refirió en términos críticos a los comicios organizados por el régimen chavista.
“Para que la convivencia democrática se recupere es condición esencial disipar cualquier duda sobre el resultado de la elección”, aseguró el exmandatario centroizquierdista. Y agregó que sin esa certeza, “las disputas permanecerán y todo justificará el sostener sanciones, que solo seguirán dañando al pueblo venezolano”.
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A modo de síntesis, Fernández escribió: “Por estas razones, exhorto a las autoridades venezolanas que disipen cualquier duda haciendo públicos no solo los resultados finales de los comicios realizados ayer sino también las actas labradas en cada mesa electoral”.
Brasil, México y Colombia, a la espera
Mientras algunos gobiernos latinoamericanos de izquierda han celebrado el supuesto triunfo de Maduro (por ejemplo, Bolivia, Cuba, Honduras y Nicaragua), los mandatarios de Brasil (Luiz Inácio Lula da Silva), Colombia (Gustavo Petro) y México (Andrés Manuel López Obrador) mostraron cautela y están a la espera de que el Gobierno de Venezuela valide con actas el resultado electoral que, según el CNE, muestra que Maduro habría ganado las elecciones.
En Brasil, no obstante, sucedió un hecho curioso, y es que el Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece Lula, sí felicitó a Maduro por su supuesto triunfo.