Compradores venezolanos hambrientos de crédito acuden en masa a la aplicación Cashea

De los usuarios de la aplicación, más del 95% jamás ha tenido acceso a crédito

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Bloomberg — En Venezuela, la crisis económica y la hiperinflación han hecho que las tarjetas de crédito sean inservibles, aunque una nueva app de compra ahora y paga después está trayendo de vuelta a los consumidores a la fila de la caja registradora.

En la última semana, los compradores de Caracas se congregaron en Venelectronics, una enorme tienda de electrodomésticos, para aprovechar las ofertas del Black Friday. Compraban gracias a Cashea, que ha conseguido más de 1,2 millones de clientes en algo más de un año como consecuencia de la demanda contenida de crédito de consumo.

Aproximadamente 9 de cada 10 compradores adquirieron aparatos de televisión de pantalla plana y freidoras de aire utilizando Cashea, explica Alexander Guillén, un cajero de Venelectronics.

La app fue creada en Argentina, pero “fabricada para Venezuela”, dijo durante una entrevista desde la ciudad de Buenos Aires su cofundador, Pedro Vallenilla, de 35 años.

El gobierno socialista venezolano esencialmente ahogó el crédito a comienzos del año 2019 con el fin de contribuir a contener una inflación que alcanzaba los 6 dígitos. Las medidas adoptadas por su banco central disminuyeron radicalmente el incremento de los precios al consumo, al tiempo que restringían severamente el crédito bancario y la demanda por parte de los consumidores.

Hoy en día, la mayoría de las tarjetas de crédito tienen límites mensuales de alrededor de US$60. Y en marzo, el crédito al consumo representaba sólo el 2% del total de las carteras bancarias en Venezuela, según la consultora Albus Data, con sede en Caracas.

“Esto ha permitido a Cashea llenar un enorme vacío”, dijo Vallenilla sobre la aplicación, que cobra a los minoristas un porcentaje de cada transacción. “Las empresas dijeron: ‘basta, necesitamos una solución para darle a los consumidores venezolanos acceso a los productos’”.

Más del 95% de los usuarios de Cashea nunca han tenido acceso a crédito, afirmó Vallenilla, agregando que la edad promedio de los clientes es de alrededor de 30 años. La aplicación utiliza todo, desde metadatos hasta ubicación geográfica, para diagnosticar la solvencia de un usuario y permite a los consumidores pagar en cuatro cuotas sin intereses, interviniendo sólo si hay un pago atrasado.

El manicurista Cristian Nieves, de 23 años, dijo que compró un teléfono móvil el mismo día que descargó la aplicación en julio. Aprovechó los descuentos del Black Friday para comprar US$120 en regalos y ropa, financiando la mitad con Cashea.

Los servicios “compre ahora, pague después” se han vuelto cada vez más populares en todo el mundo, ayudando a los compradores del Black Friday en Estados Unidos a estirar sus presupuestos hasta un récord de US$9.800 millones en gastos en línea este año. Si bien los servicios pueden ayudar a los consumidores a evitar el aumento de las tasas de interés de las tarjetas de crédito, los críticos dicen que su uso alimenta el gasto irresponsable y crecientes problemas de deuda.

Vallenilla estimó que Cashea sumará otros 800.000 nuevos usuarios en Venezuela entre el Black Friday y fin de año, un promedio de 20.000 por día. Desde que se lanzó la aplicación en octubre de 2022, las tasas de incumplimiento han caído del 3% al 1,8%, dijo.

La aplicación recaudó más de US$1 millón en su primera ronda de inversión en 2022. Vallenilla se negó a ofrecer detalles sobre futuros esfuerzos de recaudación de capital, pero dijo que quiere expandir su negocio a dos países más el próximo año.

Hasta ahora, ha cambiado las reglas del juego para los minoristas afiliados que han visto dispararse las ventas. El precio promedio de transacción ha aumentado un 30% a US$90 desde que se introdujo Cashea, según los datos de la startup de tecnología financiera.

“Lo que Cashea ha demostrado es que si se ofrece a los consumidores opciones de pago, se les puede animar a comprar más”, afirmó Henkel García, director de Albus Data.

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