Bloomberg Línea — Estados Unidos sorprendió al mundo el pasado 19 de noviembre al reconocer a Edmundo González como presidente electo de Venezuela, aunque ya había declarado que el candidato de la oposición fue el ganador de los comicios. Este reconocimiento no implica una transformación en la vida de los venezolanos a corto y mediano plazo, pero sí puede reconfigurar el intercambio comercial entre ambos países y una disposición diplomática similar a la que hubo con Juan Guaidó, según expertos consultados por Bloomberg Línea.
Todo comenzó cuando el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, escribió en su cuenta en X que “el pueblo venezolano habló contundentemente el 28 de julio y convirtió a Edmundo González en presidente electo”, publicación que terminó retumbando en la prensa internacional y fue relacionada por algunos expertos con el cierre de la administración de Joe Biden y el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
Fueron tantas las hipótesis alrededor del anuncio que el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, tuvo que ahondar en el porqué de la decisión: “No tiene nada que ver con que estemos al final de la administración”.
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Miller especificó que Estados Unidos estuvo esperando a que la presión internacional sobre Nicolás Maduro respecto a la manera en que supuestamente fue reelegido lo condujera a un “cambio de posición”. Sin embargo, como el mandatario no flexibilizó su postura y el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela no respaldó con pruebas la victoria del chavismo, optó por reconocer como presidente a Edmundo González.
Los gobiernos de países como Brasil, Colombia y México también ha pedido a Venezuela probar la victoria de Nicolás Maduro para reconocer su elección, publicando las actas de escrutinio, pero han pasado casi cuatro meses desde la jornada electoral y no hay mayores detalles de lo sucedido, salvo la posibilidad de un fraude.
Qué cambia tras la postura de Estados Unidos hacia Venezuela
Manuel Camilo González, internacionalista y profesor de la Pontificia Universidad Javeriana, dijo a Bloomberg Línea que el reconocimiento de Estados Unidos a Edmundo González como presidente electo de Venezuela se asemeja a lo sucedido años atrás con Juan Guaidó.
“La decisión implicaría que el gobierno estadounidense establecería canales diplomáticos con el gobierno que oficie Edmundo González Urrutia, lo que potencialmente daría un escenario muy parecido al de Juan Guaidó en 2019, con una coexistencia paralela pero asimétrica de gobiernos que dominan cierto territorio y cierto segmento poblacional”.
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El experto agregó que el dicho reconocimiento representa un golpe a la legitimidad de Maduro, pero que si no toma fuerza con un dominio tanto político como territorial en favor de Edmundo González, se quedará solamente en un acto jurídico “políticamente vacío”.
“Esto no tiene efectos reales en la población. Es un acto que se da entre élites políticas, entre funcionarios de gobierno. Pero si Maduro pierde a sus aliados en el régimen y estos se pliegan a Edmundo González, no solo vemos que el reconocimiento tuvo un efecto fuerte, sino que blinda al nuevo gobierno con legitimidad internacional”, agregó.
Carlos Arias Orjuela, consultor político y gerente de la firma Estrategia & Poder, coincidió en que el reconocimiento de Edmundo González como presidente de Estados Unidos “no transforma la vida cotidiana y coloquial de los venezolanos en el corto plazo”. No obstante, ve un cambio en las políticas comerciales y diplomáticas durante los próximos cuatro años que se puede extender a otros países de la región, que quizá más adelante sí repercuta en la vida cotidiana de la ciudadanía venezolana.
“¿En qué sustancialmente hay un cambio? Primero, en que pueden llegarse a ver medidas restrictivas económicas de intercambio comercial entre los dos países. Segundo, en que puede haber un bloqueo y una disposición diplomática de los Estados Unidos que se cierna en los diferentes países donde los tiene relaciones mucho más estrechas en América Latina”, planteó.
Muestra de la incidencia que Estados Unidos es que este jueves, dos días después de que reconociera a Edmundo González como presidente electo, el Gobierno de Ecuador siguió sus pasos e hizo lo mismo.
Para Orjuela, lo que sí es determinante con la postura estadounidense es que, “en términos de diplomacia internacional y diplomacia pública, puede llegar a desequilibrar esa balanza que en Naciones Unidas y en otros organismos internacionales hoy estaba tenue, que estaba tibia, alrededor del robo que hizo Nicolás Maduro de las elecciones”.