Bloomberg Línea — Los ojos de Latinoamérica estuvieron puestos en los resultados de la reunión entre el presidente de Chile, Gabriel Boric, y el de Brasil, Lula da Silva, este 5 de agosto en Santiago. Y no era para menos, uno de los temas que abordaron fue la crisis sociopolítica en Venezuela que se agudizó tras las elecciones del 28 de julio, si bien hasta el momento no brindaron declaraciones públicas acerca de ello.
Aunque ambos mandatarios son progresistas, Boric ha asumido una posición más crítica que Lula frente a los resultados de los comicios entregados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, tanto, que el Gobierno de Nicolás Maduro tomó una represalia: ordenar el retiro del personal diplomático chileno en su país.
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Lula, por su parte, ha estado trabajando hombro a hombro con dos líderes de la izquierda en la región, Andrés Manuel López Obrador y Gustavo Petro, para buscar una negociación política entre el chavismo y la oposición una vez en CNE publique las actas de escrutinio, es decir, los documentos que corroboren que Maduro sí fue el ganador.
Lo que une a Lula y a Boric, aun cuando sus posturas sobre Venezuela pueden distar, es que ninguno ha reconocido como presidente electo a Edmundo González, contrario a lo que han hecho los gobiernos de Argentina, Ecuador, Perú, Uruguay, Costa Rica, Panamá y Estados Unidos. En ese contexto, expertos consultados por Bloomberg Línea plantearon qué se puede esperar tras la reunión entre mandatarios.
“Lula busca fortalecer la izquierda y que Boric suscriba acuerdo”
Manuel Camilo González, experto en política latinoamericana y docente de la Universidad Javeriana, expuso: “Lo que busca Lula es mover a Boric hacia la posición de los gobiernos de izquierda. ¿Cuál es esta posición? Primero que el CNE entregue las actas y que, a partir de esas actas, se declare un ganador en Venezuela. Y segundo, llegar a un acuerdo de garantías en el que el ganador no persiga, no genere trabas y obstáculos para la participación política del perdedor”.
Lo que juega en contra del objetivo de Lula, más allá de su intención de limar asperezas, es la distancia que pudo haber tomado Boric cuando Maduro, de manera unilateral, ordenó la expulsión de los representantes diplomáticos chilenos de territorio Venezolano.
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Pero en la apuesta de Lula por convencer a Boric de esperar a que el CNE publique las actas y reconocer el resultado de las elecciones, sin importar quién gane, para luego ser mediadores en una negociación política, hay un dato no menor: que dicha negociación vincularía solo a Nicolás Maduro y Edmundo González, no a María Corina Machado, como documentó El País.
“Eso representa desconocer a la líder natural de la oposición y a un gran número de votantes que apoyaron a González pensando en ella. Eso sería problemático en la propuesta de AMLO, Petro y Lula, que quieren que suscriba Boric”, dijo González.
Y agregó: “Boric es la ficha clave para generar un fortalecimiento de la posición de los gobiernos de izquierda frente a Venezuela”.
Boric solo hablará de su posición el martes
Pese al interés que despierta la postura de Boric frente a Venezuela tras la reunión sostenida con Lula este lunes, el mandatario de Chile afirmó que se pronunciará al respecto el próximo martes en la tarde.
En conversación con la prensa tras su homólogo brasileño, Boric dijo: “Sé que pueden haber muchas preguntas respecto a otros temas, temas de contingencia nacional o internacional, en particular respecto a la situación de Venezuela, yo me voy a referir mañana en la tarde”.
En cuanto a Lula, sin hacer referencia al tema de Venezuela, dijo: “Es una gran alegría regresar a Santiago. En mis mandatos anteriores estuve en Chile siete veces. Desde que asumí la presidencia, he tenido el placer de recibir al Presidente Boric dos veces en Brasilia. Dicen que los países no tienen amigos, tienen intereses. Este no es nuestro caso. Nuestra relación bilateral tiene vocación regional y global”.
