Caracas — La variación de precios al consumidor en Venezuela ha mostrado una significativa desaceleración en lo que va de año, de acuerdo al registro de entes autónomos, siendo ahora confirmada por el Banco Central de Venezuela (BCV) con la reciente publicación de la data entre enero y abril.
La máxima institución financiera del país indicó que la tasa de inflación en abril fue de 3,8%, antecedida por una variación de 6,1% entre febrero y marzo; 19,3% en febrero y 42,1% en enero. Todas las cifras resultaron similares a las publicadas por el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), una institución privada dirigida por economistas y ex diputados opositores.
El BCV no publicaba la información correspondiente a la inflación mensual y acumulada en el país desde el pasado octubre cuando las autoridades emitieron un comunicado sobre el leve y desigual crecimiento de la actividad económica en Venezuela, situada en 17,73% hasta septiembre. El mandatario Nicolás Maduro dijo en enero que la cifra se había ubicado finalmente alrededor del 15%, por debajo de las proyecciones estimadas por el Credit Suisse para el año pasado de 20%.
La ralentización de la actividad económica y comercial en el país que comenzó a experimentarse en la nación suramericana desde el tercer trimestre del año pasado ha continuado afectando a la población que actualmente cuenta con un ingreso mínimo de US$5 al mes, y el que no sido ajustado desde marzo de 2022, y en su lugar la administración chavista se ha afincado en la asignación de más bonos sociales.
El OVF ha atribuido la reciente desaceleración de precios a la baja demanda del consumidor en medio de la ausencia de ajuste del salario y la caída del mismo, así como a la estabilidad cambiaria que ha logrado el gobierno venezolano con la asignación de divisas como parte de su continuada estrategia de intervención, respaldada luego con la oferta por parte de Chevron Corp. y sus operaciones ampliadas en Venezuela, que cubre al menos el 40% del mercado cambiario.