Según S&P Global, la estructura de capital de Petroperú “es cada vez más débil”, motivo por el cual la calificadora de riesgo estadounidense recortó la nota de crédito de la compañía estatal desde BB a B+
No obstante, los analistas de la firma financiera aclararon que esperan que el desempeño financiero se recupere en 2024, una vez que la refinería de Talara entre en pleno funcionamiento.
Respecto a lo que resta de 2023, S&P Global proyectó que seguirá siendo un año muy frágil para Petroperú, en medio de la escasez de liquidez que desencadenó una nueva solicitud de ayuda al Gobierno y la necesidad de negociar los términos del convenio con la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce).
“En medio de una liquidez más ajustada y un mayor apalancamiento de lo que anticipamos anteriormente, debido al nuevo apoyo del Gobierno y nuevo financiamiento de terceros, revisamos a la baja el perfil crediticio independiente (SACP) de la compañía a ‘ccc+’ desde ‘b-”, añadieron.
No obstante, destacaron que existe una probabilidad muy alta de apoyo extraordinario por parte del Gobierno peruano, que sigue siendo un factor clave de calificación. “Todavía esperamos que el gobierno intervenga para evitar un impago de la empresa”, explicaron.
Asimismo, S&P Global estableció una perspectiva estable para Petroperú, lo cual captura la suposición de una probabilidad muy alta del mencionado apoyo extraordinario. “Esperamos sea fundamental para cubrir las necesidades de liquidez durante el cuarto trimestre de 2023″, señaló la calificadora de riesgo.
“Accidentado” avance de Talara
Por otra parte, S&P Global consideró que el desempeño de 2023 ha sido débil hasta ahora, obstaculizado por el accidentado avance de Talara (que a entender de los analistas requiere mayores compras de petróleo y no da como resultado productos vendibles), una caída de la participación de mercado que afecta los volúmenes, el malestar social en Perú y las duras condiciones climáticas, entre otros factores.
“Pese a los esfuerzos de Petroperú, la liquidez no ha mejorado, lo que generó un nuevo pedido de apoyo a sus accionistas por US$3.200 millones, la necesidad de renegociar algunos términos del convenio con Cesce y, como resultado, una menor solvencia”.