Perú reduce su superficie de cultivos de coca por primera vez en años

Si bien el Gobierno promocionó las cifras como una victoria en su lucha contra las drogas ilegales, la disminución es pequeña en comparación con las tendencias recientes

Cultivos de coca. Fotógrafo: Esteban Vanegas/Bloomberg
Por Marcelo Rochabrun
27 de junio, 2024 | 11:17 AM

Bloomberg — La superficie plantada con la materia prima utilizada para fabricar cocaína en el segundo productor mundial cayó por primera vez en años, informaron el miércoles las autoridades peruanas.

Perú ocupa el segundo lugar, después de Colombia, en el cultivo de coca, la planta que puede procesarse para producir cocaína, según las Naciones Unidas.

Lea más: Cocaína podría superar al petróleo y convertirse en principal exportación de Colombia

La superficie sembrada se redujo un 2,3% en 2023, la primera caída en al menos siete años, según indicaron las autoridades. En total, se han plantado 92.784 hectáreas con coca en el país andino. La planta es legal en Perú, donde a menudo se mastica cruda, pero gran parte de la producción se utiliza para fabricar cocaína ilegal.

Si bien el Gobierno promocionó las cifras como una victoria en su lucha contra las drogas ilegales, la disminución es pequeña en comparación con las tendencias recientes. Las áreas de plantaciones de coca en Perú se han más que duplicado desde 2015, según cifras compiladas por la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida).

Lea más: Esta startup canadiense prevé un mercado multimillonario para la cocaína legal

PUBLICIDAD

La superficie plantada en Colombia duplicó la de Perú en 2022, según imágenes satelitales analizadas por la ONU. La producción es tan alta que Bloomberg Economics pronostica que la cocaína superará al petróleo como principal exportación de Colombia.

Un exceso de oferta mundial de cocaína ha provocado un aumento de las incautaciones por parte de las autoridades de todo el mundo. El vecino Ecuador se ha convertido en uno de los países más violentos del mundo debido a la lucha de los cárteles por el control de las rutas de transporte de cocaína.

Lea más en Bloomberg.com