Moody’s no prevé revisar la calificación y perspectiva negativa de Perú este 2023

Jaime Reusche, vicepresidente de Moody’s, precisa que la agencia ve la actual situación económica como un evento cíclico. Sin embargo, mantendrá la perspectiva negativa para el país andino

Por

Lima — Casi ningún analista anticipaba una caída tan fuerte para la economía peruana como la que anotó el pasado mes de mayo, registrando su tercer retroceso mensual en lo que va del año, con la actividad económica retrocediendo un 1,43%. El arrastre de tensiones políticas que permanecen, el impacto de las protestas sociales a inicios de año y los eventos climáticos se suman a los problemas que siguen afectando al PBI de Perú a la fecha, con lo cual el país andino se aproxima a una posible recesión técnica este primer semestre del 2023.

La situación ha encendido las alertas para los analistas locales y extranjeros, con la gran mayoría revisando a la baja sus proyecciones para este año. Si se esperaba que Perú creciera entre 1,5% y 2% en el mejor de los casos, hoy la mayoría de especialistas apunta a cifras más cercanas al 1% o incluso por debajo.

Para Moody’s Investors Service, a principios de año la proyección apuntaba a un crecimiento de 2,3% para la economía peruana este 2023. Luego llegaron las protestas, los eventos climáticos y la persistencia de una confianza deteriorada, con lo cual Moody’s revisó su proyección hacia un 1,5% de pronóstico para el crecimiento.

Con la sorpresa negativa de mayo vamos a tener que revisar nuevamente el modelo, posiblemente más abajo de 1,5% de crecimiento para Perú”, anticipa a Bloomberg Línea Jaime Reusche, vicepresidente y Senior Credit Officer de la agencia.

Aún así, los golpes que ha sufrido el PBI peruano este 2023 se perciben como eventos cíclicos y no estructurales; un escenario que para Moody’s implica que no haya necesidad de revisar la calificación crediticia en lo que resta del año. No obstante, tampoco hay espacio para que se revise la actual perspectiva negativa que Perú sostiene para la agencia calificadora; en medio de riesgos que se han mantenido y que pueden tomar más fuerza en adelante.

“A raíz de la solidez fiscal de Perú, todavía tenemos espacio para evaluar nuestra posición y este 2023 nuestra intención es no hacer nada con la calificación y con la perspectiva negativa”, detalla Reusche. “Eso hasta que tengamos señales sobre qué tanto el impacto económico es cíclico o estructural”, agrega.

Reusche explica, no obstante, que desde Moody’s ven señales de que a la economía peruana le está costando regresar hacia un equilibrio -el nivel de crecimiento “relativamente sostenible” que tenía con anterioridad- y considera que tiene que ver mucho con un nivel de confianza aún golpeado y que no mejora con la rapidez esperada.

No obstante, la agencia aún percibe que el mejor escenario fue que no se den elecciones tempranas y se mantenga Dina Boluarte en el poder; pese a las protestas sociales y tensiones políticas que la mandataria peruana sigue enfrentando a la fecha.

Se esperaría que, conforme este gobierno se mantenga relativamente estable en el poder, a despecho de que es un gobierno frágil, poco a poco esto le devuelva la confianza al sector privado. Si no reacciona, estaríamos viendo un bache cíclico bastante negativo y la pregunta es cómo esto afecta al tema estructural de crecimiento de mediano plazo donde siguen las preocupaciones”, detalla.

Por otro lado, Reusche reconoce que los ingresos fiscales de Perú han ido disminuyendo y ello ha hecho que el déficit fiscal peruano “se ensanche” en lo que va del 2023, ubicándose en 2,6% del PBI al mes de mayo. Aunque persiste el espacio fiscal “por la fuerte consolidación de ingresos en el 2022″, el especialista advierte que la agencia estará atenta al impacto que pueda haber en el manejo fiscal si la debilidad económica se mantiene y sigue afectando a los ingresos.

Va a ser bien difícil poder determinar qué tanto esto se vuelve estructural o cíclico. Ha sorprendido que el gobierno de Boluarte se haya sostenido hasta este momento, y si puede seguir brindando algo de calma a la parte política, creo que eso va a ser bienvenido por el sector privado. La inversión privada sigue resentida, aunque está la expectativa de que conforme se vea más estabilidad política repunte la confianza y con eso la inversión. Pero seguimos en un momento bastante incierto”, añade Reusche.

TRABAJO DEL MINISTERIO DE ECONOMÍA

“En términos económicos”, Reusche coincide con otros especialistas en que la actividad de Perú no está brillando como antes. Perú ha destacado entre sus pares regionales por liderar el crecimiento en Latinoamérica en la última década y por mantener una macroeconomía estable, pero hoy se desacelera más rápido que varios de sus pares regionales.

Sin embargo, a diferencia de otros países como Chile y Colombia, Moody’s no ve a Perú contrayéndose al cierre del 2023, y en paralelo se percibe aún una posición fiscal sólida que ha permitido al país reasignar y aumentar recursos para mejorar la situación actual.

“En Perú por lo menos existe la posibilidad de que las cuentas fiscales ayuden con algo de impulso a la economía. No es mucho el espacio que hay, pero existe. Se ve más sólido Perú que Colombia y un poco menos que Chile, que es el mejor calificado de Latinoamérica”, comenta.

Para Reusche, son destacables los esfuerzos actuales del Ministerio de Economía (MEF) con el programa ‘Con Punche Perú', que prácticamente destina 2 puntos del PBI a la reactivación económica. Pero el especialista reconoce como una alerta la preocupación que hoy existe desde el MEF y entre tecnócratas peruanos sobre el futuro de la economía peruana, que antes no se percibía de la misma manera.

Es interesante pero limitado lo que puede hacer el MEF. Están tratando de adoptar medidas que trasciendan al gobierno. Se reconoce el esfuerzo, aunque no está siendo tan efectivo porque el ambiente político no ayuda. Pero los tecnócratas si están conscientes de eso. Están también preocupados y atentos al largo plazo. Se nota más que en otros momentos la preocupación de los tecnócratas hoy. Se nota la urgencia. En cierta manera es saludable, pero al mismo tiempo también es un poco preocupante”, puntualiza Reusche.

TE PUEDE INTERESAR