La minería ilegal le estaría generando pérdidas al Perú por más de 22,700 millones de soles al año, es decir, el equivalente al 2,5% del Producto Bruto Interno (PBI) del Perú. La estimación surge de un informe que llevó a cabo V&C Analistas, por encargo de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE).
Según detalla el documento publicado por los empresarios del sector, la minería ilegal “mueve más recursos económicos que el narcotráfico y pone en peligro la seguridad nacional, la biodiversidad, el ambiente, los derechos humanos y la salud de los peruanos”.
“La minería ilegal e informal se ha expandido peligrosamente por todas las regiones del país destruyendo los ecosistemas y generando graves problemas sociales, ambientales y económicos en el país”, aseguró Dante Vera Miller, gerente general de V&C Analistas.
El ejecutivo alertó que la producción minera no formal ha crecido a una tasa anual de 11.7% durante los últimos 10 años.
Impacto social, ambiental y laboral
“Las actividades de la minería ilegal e informal se realizan sin gestión ambiental ni fiscalización alguna, en condiciones inseguras, con regímenes laborales semi esclavistas”, comentó Vera Miller.
Además, el ejecutivo aseguró que la minería ilegal está asociada al narcotráfico y otros delitos, como el sicariato, la trata de personas y la delincuencia organizada.
“Se ha convertido en una real amenaza para la seguridad nacional”, enfatizó Vera Miller.
En cuanto a los impactos ambientales, el estudio refiere que entre los años 2001 al 2020 se depredaron aproximadamente 2′636,585 hectáreas de bosque, es decir, una tasa de 8% anual de deforestación.
“Solo en Madre de Dios, una de las zonas más afectadas por la minería ilegal, los daños ambientales causados por la extracción de oro aluvial superarían los US$526 millones en el año 2022″, indicó Vera.
¿Qué es la minería ilegal?
Según la publicación Diálogos Ambientales: Minería ilegal y minería informal, que está en la página web del Ministerio del Ambiente, la minería ilegal es la actividad que se realiza en espacios prohibidos como las riberas de los ríos, lagunas, cabeceras de cuenca y las zonas de amortiguamiento de áreas naturales protegidas. Pero también se considera minería ilegal a los que usan equipo y maquinaria pesada, que no corresponde a la categoría de pequeña minería o minería artesanal.
El decreto legislativo Nº 1105 define entonces a los mineros ilegales como aquellos que no cumplen con las exigencias administrativa, técnicas, sociales y ambientales de ley, o que se realiza en zonas en las que esté prohibida.
Según la ley, “el que vendiere o comprare recursos minerales producto de avasallamiento de área minera o de explotación ilegal de recursos minerales, incurrirá en la pena de privación de libertad de tres a seis años”.
Operación “Mercurio”
La minería de oro artesanal y en pequeña escala es un salvavidas para muchas personas que viven en Madre de Dios, una región del sureste de Perú donde los índices de pobreza son altos y las oportunidades laborales escasas, detalla el sitio web Ecoportal.
“Pero el desarrollo económico en esta parte de la cuenca del Amazonas tiene un precio: provoca deforestación, acumulación de sedimentos en los ríos y contaminación por mercurio en las cuencas fluviales adyacentes, lo que amenaza la salud pública, los pueblos indígenas y el futuro de los ecosistemas cálidos del Amazonas. Muchas de estas operaciones mineras son ilegales”, detalla un artículo publicado en este sitio.
Con el objetivo de eliminar la minería de oro artesanal y de pequeña escala ilegal y sus numerosos impactos negativos, el gobierno peruano lanzó la “Operación Mercurio” en febrero de 2019 en la región de La Pampa, áreas donde la minería de oro está prohibida en la mayoría de los lugares.
Después de la Operación Mercurio, la actividad minera disminuyó entre un 70% y un 90%.
Los pozos mineros excavados (“estanques mineros”) en zonas de minería ilegal han disminuido hasta un 5% por año, en comparación con un aumento de entre 33% y 90% por año antes de la intervención.