Bloomberg — Una de las líderes más impopulares de América Latina se enfrenta ahora a un escrutinio sobre una serie de relojes de lujo que ha llevado durante sus apariciones públicas, y sobre cómo puede permitírselos teniendo en cuenta su modesto salario.
Los fiscales peruanos abrieron esta semana una investigación preliminar para determinar si la presidenta Dina Boluarte se ha enriquecido ilegalmente durante su mandato, citando su “uso de relojes Rolex”. La investigación se inició después de que La Encerrona -un medio de comunicación local independiente- llamara la atención sobre el uso de estos relojes por parte de Boluarte la semana pasada.
En un largo hilo en las redes sociales, el medio publicó más de una docena de imágenes que hacían zoom en las muñecas de Boluarte para destacar los distintos relojes que ha llevado en actos públicos.
Es probable que el escándalo subsiguiente erosione aún más la confianza de los ciudadanos en Boluarte, que asumió el cargo más alto de Perú en diciembre de 2022 tras haber sido vicepresidenta y ministra desde julio de 2021. Solo el 8% de los peruanos aprueba su gestión, según una encuesta de Ipsos publicada en febrero.
Los problemas de Boluarte son los últimos provocados por los artículos de lujo en América Latina: en Brasil, las autoridades federales están investigando al expresidente Jair Bolsonaro por presuntamente intentar introducir en el país más de 3 millones de dólares en joyas que recibió como regalo de Arabia Saudí sin declararlas a los funcionarios de aduanas.
Las acusaciones de enriquecimiento personal pueden ser especialmente duras en Perú, un país famoso por encarcelar a los presidentes tras su cese y donde los anteriores dirigentes se han enfrentado en ocasiones a cargos por utilizar el cargo para enriquecerse indebidamente.
La oficina de Boluarte no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios. Ya ha reconocido anteriormente que posee al menos un reloj de lujo, pero dijo que es un artículo antiguo que solo utiliza esporádicamente, y añadió que es el “fruto de mi trabajo y mi labor”. Su principal asesor, el Primer Ministro Gustavo Adrianzen, ha restado importancia a la investigación y ha dicho que espera que los fiscales acaben cerrando la investigación.
Boluarte fue vicepresidenta y ministra antes de asumir la presidencia tras la destitución y detención de su predecesor.
Mientras se presentaba como candidata a la vicepresidencia, declaró unos ingresos anuales de algo menos de US$18.000 procedentes de su trabajo en un organismo público. Como vicepresidenta y ministra, declaró unos ingresos mensuales de US$8.095, según sus declaraciones juradas oficiales. Sus ingresos mensuales como presidenta son de US$4.317.
Desde 2021, su patrimonio ha pasado de casi 170.000 a 285.000 dólares, según sus declaraciones. No está claro si declaró algún reloj de lujo en esas declaraciones, ya que solo se hace público el monto total.
Fuerza Popular, el mayor bloque de legisladores en el Congreso, ha pedido a Boluarte que brinde una explicación clara sobre los relojes, y ha criticado a Adrianzen por tratar de minimizar el tema.
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