El caso ‘Rolexgate’ y una popularidad mínima: las razones tras el declive de Dina Boluarte en Perú

Los expertos aseguran que la baja popularidad de la presidenta del Perú se habría dado, incluso, sin el escándalo de los relojes. Además, aseguran que el Congreso seguirá defendiéndola, pues no depende del Ejecutivo para desarrollar su agenda

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Bloomberg Línea — La presidenta del Perú, Dina Boluarte, ha visto caer su popularidad al nivel más bajo desde que comenzó su gobierno en diciembre de 2022: 5% de aprobación en una encuesta del Instituto de Estudios Peruanos para el medio La República.

La baja aprobación coincide con diferentes cuestionamientos de las autoridades de su país, pues está siendo investigada en el reconocido caso ‘Rolexgatey, además, por presunto encubrimiento a su hermano Nicanor, en un caso de tráfico de influencias.

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El martes 28 de mayo, Boluarte asistió por segunda vez a la Fiscalía en menos de dos semanas, una diligencia que tardó casi tres horas y se realizó en reserva, en la que el fiscal de la Nación, Juan Carlos Villena, interrogó a la presidenta por la desactivación de una unidad policial de apoyo contra la corrupción, justo antes de que su vivienda fuera allanada por el caso ‘Rolexgate’, causando un presunto delito de abuso de autoridad.

Las razones por las que cae la aprobación de Dina Boluarte

Para Sebastián Fernández de Soto, analista de riesgo global de la consultora Control Risks, la baja aprobación de Boluarte viene desde las protestas de 2022 y el manejo que les dio. Las múltiples fatalidades y rehusarse a tomar responsabilidad de lo sucedido, ya habían impactado en su imagen, explicó a Bloomberg Línea.

Sin embargo, Fernández considera que la investigación en el caso ‘Rolexgate’, “continuará afectando la aprobación de Boluarte, aunque es probable que esta se mantuviera baja incluso sin el escándalo”.

En el caso ‘Rolexgate’ también se investigan los presuntos delitos de cohecho pasivo impropio y omisión de consignación de información en su declaración jurada, después de que su casa fuera allanada y se comprobara que tenía en su poder diferentes relojes de lujo valorados en varios miles de dólares, que habría obtenido del gobernador de Arequipa, Wilfredo Oscorima.

Entre tanto, el analista político Gonzalo Banda asegura que la alta desaprobación de Boluarte, que llegó al 90% en la encuesta publicada el pasado fin de semana, se debe a otras razones como los malos resultados económicos en la administración de la presidenta.

“Un retroceso del nivel de lucha contra la pobreza, una falta de reactivación del crecimiento del país a cómo se veía o se esperaba en general. Creo que son muchos factores que explican esto. Los escándalos nuevos que han surgido en los últimos meses: los Rolex, los escándalos de las contrataciones de su hermano. Ha tenido una serie de deslices que en los últimos meses le han costado aún más su escasa popularidad”, dijo el analista peruano a Bloomberg Línea.

¿El ‘Rolexgate’ puede terminar con el gobierno de Dina Boluarte?

Pese a que este caso de presunta corrupción y supuesto enriquecimiento ilícito se conoció a inicios de abril de 2024, la estabilidad de la administración Boluarte no se ha puesto en duda.

El viernes 17 de mayo, el Congreso de Perú rechazó dar trámite a tres mociones de vacancia presentadas por legisladores de oposición contra Dina Boluarte, demostrando las fuerzas que la mantienen en su cargo.

“La terminación del mandato de Boluarte es altamente improbable al momento, dado que esta tiene que pasar por el Congreso, donde Boluarte mantiene el apoyo del bloque de derecha, ya que tiene mano libre para implementar su agenda bajo Boluarte (...). El Congreso continuará defendiendo a Boluarte dado que pueden implementar sus prioridades sin depender del Ejecutivo”, fueron las palabras de Fernández de Soto al ser consultado sobre una terminación temprana del mandato presidencial.

Pero el analista dejó en claro que la continuidad de Boluarte se deba a su poder en el Legislativo, donde tiene un “capital político inexistente”, y señaló que “la verdadera estructura de poder” en el gobierno y en Perú “es el Congreso”.

Y agregó que los partidos de derecha en el Legislativo peruano están “satisfechos de poder operar sin trabas en el Ejecutivo”, razón por la que continúan apoyando a Boluarte y bloqueando diversas mociones de vacancia.

En cuanto al ‘Rolexgate’, más allá de poder terminar con su mandato, el analista Gonzalo Banda destacó que la hace ver como “una mandataria frívola”, que está usando el cargo para obtener algún tipo de lujo, entrando al grupo de “eternos políticos patrimonialistas” que han usado el cargo para obtener beneficios personales.

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“Esta ha sido la confirmación de que se trata de una política tradicional más en el Perú. Pero su destino no va a estar definido por la afectación de su imagen pública, que peor no podría ser, sino por el equilibrio de fuerzas que en el Congreso decidan mantenerla y hasta qué punto, porque ya hay un costo político muy alto de mantenerla en el cargo, y en el Congreso deberían de comenzar a pensar ya en elección de 2026″, precisó.

Los impactos económicos de una alta desaprobación presidencial

Por último, los analistas consultados por Bloomberg Línea coincidieron en que la economía peruana se ha podido desligar de la inestabilidad política en los últimos años, aunque con ciertos impactos en su potencial de crecimiento.

“La inestabilidad política continúa afectando el ambiente de inversión en ciertas medidas; sin embargo, Perú ha pasado por múltiples crisis políticas en los últimos 8 años, las cuales no afectan el desempeño económico. La Constitución del Perú reconoce la necesidad de inversión internacional y sus principios pro-inversionistas siguen siendo implementados sin importar las crisis políticas”, destacó Fernández de Soto, analista de Control Risks.

A su paso, Gonzalo Banda dijo que la administración de Boluarte no tiene un ministro de Economía que transmita confianza a los sectores económicos y productivos, y por lo tanto, cuando la confianza de los inversionistas está herida, “el futuro es oscuro”.

Y aseguró que más allá de la imagen negativa de la presidenta, “es la gestión de un gobierno que no se está mostrando capacitado para revertir el estancamiento en el que entra el país con esta serie de expectativas negativas (...). Lo único que le está salvando al gobierno son los extraordinarios precios del cobre, que van a hacer que la recaudación tributaria sea mayor de la que habían pensado, pero no tiene nada que ver con su gestión”.