Lima — Con 77 votos a favor, el último miércoles fue seleccionada la primera lista inscrita para la votación de la nueva Mesa Directiva del Congreso que se mantendrá para lo que queda de este año y entre enero y julio del 2024. Se trató de una alianza controversial y para algunos inesperada: los partidos Alianza para el Progreso (APP), Avanza País, Perú Libre y Fuerza Popular (FP) unieron fuerzas para conformarla, con el congresista Alejandro Soto (APP) a la cabeza.
A Soto lo acompañaron en la lista los parlamentarios Hernando Guerra García Campos (FP), Waldemar Cerrón Rojas (Perú Libre) y Rosselli Amuruz Dulanto (Avanza País), siendo elegidos para la primera, segunda y tercera vicepresidencia del Congreso, respectivamente.
¿Quién es Alejandro Soto?
Antes de ser elegido como congresista de la República, Alejandro Soto Reyes, quien pertenece al partido del político peruano César Acuña, se hizo conocido por realizarse una entrevista a sí mismo durante la campaña de las elecciones generales en el 2021.
Soto nació en 1960, en Cusco -región por la cual postuló-, y estudió Derecho en la Universidad Andina. Tras ser elegido como congresista, se le designó como presidente de la Comisión de Transportes y Comunicaciones del Congreso; y se mantuvo como vocero y uno de los principales representantes de la bancada de APP.
Después de convertirse en ‘meme’ durante las elecciones, Soto volvió a ser noticia en el 2022 tras declarar que el sueldo de congresista (15.600 soles al mes como salario bruto) “no le alcanzaba”, en medio de un alza de precios y una inflación que aumentaba en el país andino. “Yo también estoy del lado del pueblo, yo también siento la pegada del pan, el arroz, del azúcar, porque seré congresista pero no gano una millonada”, dijo entonces, comparando su sueldo al que recibe un ministro en Perú (cerca de 30.000 soles como salario bruto al mes).
Pero más allá de las controversias y declaraciones polémicas, Soto Reyes, de 48 años, ha sido fuertemente criticado por contar con 55 carpetas abiertas que lo involucran a distintos presuntos delitos investigados por Fiscalía de la Nación, por hechos ocurridos desde junio del 2000 hasta diciembre del 2022. Las críticas apuntan a la elección de Alejandro Soto como líder de una lista para la Mesa Directiva, y por lo incompatible de su situación con el nuevo puesto que hoy ocupa como máxima figura del Poder Legislativo.
En concreto, Soto enfrenta investigaciones por los presuntos delitos de: falsedad genérica, falsedad ideológica y corrupción de funcionarios públicos; enriquecimiento ilícito; estafa; abuso de autoridad; usurpación de funciones; participación en un grupo armado; difamación; entre otros. El hoy presidente del Congreso aparece imputado en 59 casos, con 55 procesos abiertos, mientras que 57 de estos vienen de la región de Cusco.
Entre algunos casos, Soto Reyes es investigado por estafa y apropiación ilícita común luego de que la empresa Waynapicchu SA lo acusara de incumplir su contrato con dicha compañía. De acuerdo a la acusación, investigada por Fiscalía, Soto cobró 5.000 soles por un servicio prestado a Waynapicchu, que equivalía al 50% del contrato, pero nunca entregó el servicio completo.
Asimismo, en el 2020 la Procuraduría Pública Regional del Cusco denunció a Soto penalmente por los delitos contra la paz pública y falsedad luego de que el flamante presidente del Congreso presentara en su programa televisivo información inexacta relacionada con la pandemia. Entonces, Soto denunció sin pruebas el entierro de 16 cadáveres en una fosa común de un cementerio cusqueño. Tras la denuncia, el Colegio de Periodistas de Cusco deslindó con la forma en que Soto trató la información revelada.
Soto también desató controversia entre miembros de su bancada luego de votar a favor de una propuesta de la bancada de izquierda Perú Libre, que planteaba una reforma constitucional para adelantar las elecciones al 2023 y realizar un referéndum para una Asamblea Constituyente.
Mesa Directiva: Una alianza criticada
Tras anunciar la primera lista que postulaba para liderar la Mesa Directiva del Congreso -que finalmente fue elegida- las bancadas de Alianza Para el Progreso, Fuerza Popular, Perú Libre, Avanza País y Somos Perú respaldaron la alianza parlamentaria señalando que había “una agenda común” que estaba “orientada a combatir a problemas como la delincuencia y la pobreza”, entre otros aspectos.
La alianza fue denominada como un movimiento ‘fujicerronista’, después de que bancadas mayoritariamente de derecha como Fuerza Popular y Avanza País decidieran avanzar con una bancada de izquierda como Perú Libre (partido con el cual fue elegido el expresidente Pedro Castillo). Waldemar Cerrón, quien forma parte de la Mesa Directiva, fue criticado por otros parlamentarios de izquierda; e incluso se dieron renuncias en su grupo parlamentario.
“Hemos decidido impulsar una agenda común que ayude a superar difíciles problemas, más allá de las diferencias que se mantienen entre nosotros”, dijeron las cinco bancadas en un pronunciamiento.
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