Bloomberg — El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, rechazó la amenaza de Donald Trump de reimponer el control estadounidense sobre el Canal, diciendo que sus peajes marítimos no están inflados y que la soberanía sobre la vía acuática no es negociable.
“Cada metro cuadrado del Canal de Panamá y sus zonas adyacentes es parte de Panamá, y lo seguirá siendo”, dijo el domingo el presidente José Raúl Mulino en una declaración en video en la plataforma social X.
La defensa de Mulino del control panameño sobre la vía acuática comercial clave muestra cómo Trump ya está ejerciendo una influencia global después de que repentinamente pusiera en juego el control sobre el canal durante el fin de semana, censurando las “ridículas” tarifas de tránsito para los buques estadounidenses y la supuesta invasión china de la ruta.
La dureza diplomática de Trump -a menos de un mes de su toma de posesión- representa un nuevo frente en su intento de aumentar la presión sobre sus socios comerciales.
Mulino dijo que los peajes del canal no son excesivos. Citando tratados entre Estados Unidos y Panamá, Mulino expresó que el Canal está controlado exclusivamente por Panamá y no está influenciado por China, Europa o Estados Unidos.
“La soberanía y la independencia de nuestro país no son negociables”, afirmó. Los peajes del Canal se establecen de forma transparente, en función de los costes de explotación y de las condiciones del mercado, dijo.
China no controla el canal, aunque una empresa china - una filial de CK Hutchison Holdings Ltd., con sede en Hong Kong. - controla dos de los cinco puertos adyacentes al canal, uno a cada lado.
Según la Constitución panameña, el canal está gestionado por la Autoridad del Canal de Panamá, y parte de los peajes van a parar al tesoro nacional. La autoridad anunció la semana pasada que había ingresado casi US$2.500 millones en el último ejercicio fiscal.
Y la influencia de China ha ido creciendo en la región. En 2017, Panamá rompió sus lazos diplomáticos con Taiwán y declaró que había “una sola China”.
El canal de 82 kilómetros (51 millas) que conecta los océanos Atlántico y Pacífico es un importante activo estratégico - y ha sido un punto de estrangulamiento para el comercio mundial, ya que Panamá ha sufrido una prolongada sequía que ha impedido los cruces.
Trump repitió sus quejas en un discurso en Phoenix el domingo antes de la respuesta de Mulino, diciendo que el canal -construido por EE.UU. a principios del siglo pasado y devuelto al control panameño en 1999- estaba “cayendo en las manos equivocadas”.
"No le corresponde a China ni a ningún otro país administrarlo", dijo Trump. "¿Ven lo que está pasando allí? China".
Aunque no hizo ninguna demanda específica, la declaración de Trump sirvió como advertencia de que EE.UU. se reservaba el derecho de "exigir que el Canal de Panamá nos sea devuelto, en su totalidad y sin preguntas".
Mulino sugirió que los comentarios de Trump estaban fuera de lugar.
"Panamá respeta a otras naciones y exige respeto", dijo. "El canal permanecerá en manos panameñas como patrimonio inalienable de nuestra nación".
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