Ciudad de Panamá — Tras la llegada de la pandemia a Panamá en 2020 la contratación laboral se ha reducido hasta en un 65%, lo cual ha obligado a los panameños a emprender diversos negocios ante un desempleo que alcanza el 10%, según datos oficiales.
Un 40% de las empresas han cerrado tras la crisis sanitaria, según la Unión Nacional de Pequeñas y Medianas Empresas (Unpyme), sin embargo, estadísticas gubernamentales también reportan que la creación de empresas aumentó en un 4% en la actual administración.
Entre 1 de julio de 2019 al 12 de junio de 2023 se crearon unas 125,715 empresas y se cancelaron 39,358 según los avisos de operaciones que reporta el portal de Panamá Emprende del Ministerio de Comercio e Industrias, web que permite abrir una “empresa” de manera electrónica y tan solo uno de los primeros pasos en el camino para formalizar un negocio. Este sitio gubernamental detalla por “empresa” todo tipo de emprendimiento, incluyendo aquellos en la informalidad.
En ese mismo periodo, el 76% de estas empresas que iniciaron operaciones o 96,148 se inscribieron como persona natural, una figura que le permite al emprendedor iniciar su negocio bajo su propia identidad o con un nombre comercial sin tener que registrarse con los costos de una sociedad anónima u otra entidad legal.
En cambio, en todo el quinquenio gubernamental pasado, se crearon 120,888 empresas el 68% como personas naturales.
La fabricación de salsas artesanales picantes y no picantes de mango y maracuyá, frutas que crecen por doquier en Panamá, es uno de los emprendimientos de la empresa “Los 3 Panas Frutas y Vegetales”, creada durante la pandemia y de las que sí ha logrado formalizarse y establecerse hasta con una marca protegida.
“El negocio empezó en pandemia, soy ingeniero y trabajo en una multinacional y en vista de que mucha gente estaba emprendiendo y ganando un dinero extra, dije bueno vamos hacer algo”, comentó Cirilo Codrington, quien junto a su hermano Danello cristalizaron la idea.
La idea surgió de la receta de ají picante de su abuela, natural de Barbados, y producto de la aceptación han innovado con diversos sabores apreciados por la comunidad por lo que la iniciativa se mantiene en crecimiento.
El mayor reto
Empero, el talón de Aquiles del sector emprendedor se encuentra en la informalidad, así lo señaló el estudio del Global Entrepenurship Monitor (GEM) 2022-2023, un análisis que refleja lo que también reportan cifras oficiales y una reiterada advertencia de los gremios y expertos de las micro y pequeñas empresas que desde el sector privado solicitan a las autoridades mejorar los procesos “engorrosos, largos” y “costosos”, tal como indica Larú Linares, gerente de emprendimiento social y femenino en la Fundación Ciudad del Saber.
Linares sugiere la creación de una ventanilla única informativa porque “hay gran ignorancia” en el proceso para formalizarse y los emprendedores acuden a las entidades con temor porque “la información no se tiene a mano”.
La consultora confirmó que con la llegada de la pandemia pudo palpar emprendimientos en los sectores tradicionales como comida, comercio, artesanías y en algunos casos cuando las personas consiguen trabajo abandonan la actividad.
Quizás por estos factores el país canalero se ubicó entre los seis de las 49 economías de América Latina y el Caribe que participaron en el estudio del año pasado del GEM, con un alto nivel de emprendimiento en el que uno de cuatro adultos entre 18 y 64 años de edad iniciaron un nuevo negocio junto con Guatemala, Colombia, Chile, Uruguay y los Emiratos Árabes Unidos.
Para el economista Felipe Argote, el hecho de que más de la mitad de las empresas se registren mediante el mecanismo de personas naturales da pistas para inferir de que “recuperándose la economía, las empresas que cerraron hayan vuelto a abrir bajo esta figura para pagar menos impuestos y no bajo el mismo nombre para evitar cargos o deudas bancarias”.
Economistas y expertos del sector empresarial coinciden en que una pequeña o mediana empresa usualmente no se registra como persona natural sino que busca la protección de una sociedad anónima u otros nuevos mecanismos.
“Muchas personas pueden crear una empresa a través del registro de Panamá Emprende y en realidad no operan”, coincidió con Argote, el expresidente del Colegio de Economistas, Raúl Moreira, a lo que se le suma que muchas compañías creadas en dicho portal no son cerradas por desconocimiento a pesar de no estar en funciones, ya que en Panamá cada día es más difícil formalizarse, advirtió.
Moreira recuerda que muchos panameños perdieron su trabajo y otros con buenos salarios fueron recontratados con una paga menor, producto de la pandemia y ello pudiera explicar que se registre un número importante de emprendimientos “para poder generar sus ingresos” y que operen como “persona natural” cuyos costos son menores.
Menor contratación laboral
Y en este sentido, mientras que en todo el 2019 se registraron 378,495 contratos de trabajo en el 2020 -año en el que se registro el primer caso de Covid en el país canalero- hubo una baja de 65% con 132,278 contratos, según cifras de la Contraloría General de la República.
“Definitivamente ha habido un crecimiento económico pero el gobierno le ha permitido a las empresas que establezcan relaciones de trabajo informales” como por ejemplo en el sector del transporte o repartidores de comida mediante el uso de aplicaciones y por eso, ha juicio de Argote, “ha crecido tanto la informalidad” que ronda el 48.2%, según la Contraloría General de la República.
A pesar de que el crecimiento económico del país centroamericano ubicó su PIB de 10.8% en 2022 y las contrataciones laborales mantienen un ritmo de crecimiento en los últimos tres años, aún no alcanzan los ritmos previos a la pandemia.
Entre enero a mayo de 2023 a se registró un acumulado de 120,258 contratos en el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral y apenas el 17% de estos por tiempo indefinido, el resto es por obra y definidos. En cambio, para el mismo periodo de 2019 se reportaron 171,537.
