Panamá promueve la controversial red de arrastre para capturar peces

A FONDO: Contrario a la tendencia internacional de prohibir este arte de pesca, una reglamentación amplió el uso de las redes de arrastre.

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Ciudad de Panamá — “¡Alerta, minería de peces!”, con este mensaje divulgado en redes sociales en los últimos días en Panamá se advierte de una nueva modalidad de pesca, en los precisos momentos en que, la población lleva un mes en las calles protestando en contra de la minería metálica y de una ley que avala la explotación de cobre en el caribe panameño.

Pese a que fue declarada “Blue leader” ante Naciones Unidas en 2021 por aumentar a 30% su zona marina protegida y por su compromiso con proteger el Corredor Marino del Pacífico Este Tropical, ahora Panamá promueve el uso de redes de arrastre y aumenta las especies que se pueden obtener con ellas, de manera inconsulta, a través de la reglamentación de la ley pesquera.

Conocidas como “las redes de la muerte”, según la organización Océana, el método consiste en lanzar grandes redes al mar, hasta a 2 mil metros de profundidad, remolcadas por barcos que capturan todo a su paso incluso especies que no se van a aprovechar y que frecuentemente se devuelven sin vida al mar.

Anterior al nuevo dictamen, publicado este 13 de noviembre, la red de arrastre estaba autorizada únicamente para la pesca del camarón en aguas panameñas, pero ahora “reconoce” su uso para la pesca de mediana y gran escala para capturar peces pargo mancha (Lutjanus guttatus), cabezón (Pomadasys panamensis), lenguado (Cyclopsetta spp) y corvinas (Cynoscion sp).

Es decir, a través de barcos cuyo volumen de casco y bodega son menores a 28 metros cúbicos, con motor interno, técnicas pesqueras mecanizadas y sistema de refrigeración para el caso de la pesca de mediana escala, y para las de gran escala en embarcaciones con volumen de casco y bodega mayor a 28 metros cúbicos, según el decreto regulador.

A espaldas de la voz científica

“Esto nos sorprendió, pues no ha pasado por la Comisión Nacional de Pesca Responsable a pesar de que lo solicitamos. Está mal, debió haber un periodo de consulta y solo se conversó con las compañías y el sector que explota el recurso pero no el de investigación”, dijo el biólogo marino y experto en pesquerías del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, Juan Mate, en entrevista con Bloomberg Línea.

Mate representa el aporte científico en dicha comisión que según la legislación tiene como objetivo “recomendar iniciativas para lograr un desarrollo sostenible del sector pesquero, así como las políticas y medidas que sean necesarias” para regular la actividad pesquera, cita la ley 44 de 2006 de los recursos acuáticos.

Especies como el pargo mancha, cabezón, lenguado y corvina se encuentran en zonas costeras, por lo que ahora las naves de mediana y gran escala faenarán en aguas poco profundas con uno de los artes menos selectivos en cuanto a especies, explicó el investigador.

“La pesca de arrastre de fondo es una de las actividades más dañinas y generalizadas que afectan los hábitats y la fauna bentónica” o la más profunda del océano y es por ello que a nivel mundial su tendencia es su restricción, afirma un estudio de Elsevier, editorial académica neerlandesa de contenidos científicos a la que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) le da crédito.

El mundo las restringe por los daños

Belice, por ejemplo, fue el primer país en prohibir toda forma de pesca de arrastre en sus aguas, incluyendo su Zona Económica Exclusiva, desde 2010.

En la vecina Costa Rica fue declarada inconstitucional desde 2013, cuando un tribunal argumentó que la pesca con red de arrastre genera “graves daños ambientales por el alto porcentaje de especies distintas al camarón que se capturan”.

Colombia, otro país fronterizo con Panamá, intentó eliminarlo en 2021 y aunque la ley no prosperó se mantienen otras iniciativas en esa vía.

Estados Unidos hizo lo propio desde el 2006 para la costa del Pacífico, mientras que otros 62 países solicitaron la moratoria a la pesca de arrastre en aguas internacionales, a través de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, en 2004.

La Organización para la regulación de pesquerías en el Atlántico Noroccidental adoptó medidas para regularla en las aguas de Canadá, Noruega, Islandia, Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) por afectar los corales y otros ecosistemas, y en los 27 países de la UE se prohíbe en profundidades mayores a 800 metros, desde el 2016.

“Me llama poderosamente la atención que no se haya discutido la reglamentación en la comisión, a pesar de que este año sí nos hemos reunido, esto surge repentinamente y espero que me convoquen. En Panamá se crean comisiones en papel que no cumplen su objetivo”, indicó el también biólogo Arturo Dominici, director de la Escuela de Recursos Marinos y Ambientales de la Universidad Marítima de Panamá y representante universitario en la Comisión Nacional de Pesca Responsable.

Contrario a lo publicado la semana pasada en la Gaceta Oficial -el ente de divulgación gubernamental en Panamá- el borrador de la reglamentación analizaba prohibir la pesca de arrastre, resaltó Isaías Ramos, biólogo del Centro de Incidencia Ambiental y miembro de la citada comisión como representante de las organizaciones no gubernamentales y ambientalistas.

“Rechazamos esa ampliación [del uso de las redes de arrastre], pues es como la minería [metálica a cielo abierto] pero que arranca todo al fondo del mar para sacar un pescado, todo lo que encuentra lo agarra y lo mata, esperemos que esto no lleve al país a otro conflicto ambiental”, sostuvo Ramos.

¿Criterio técnico? Silencio oficial

Para aumentar o restringir un esfuerzo pesquero la autoridad debe basarse en la “mejor evidencia científica” y establecer políticas de ordenación conforme a “criterios técnicos, científicos o económicos” para garantizar el aprovechamiento sostenible, indica la ley 204 de 2021 que regula la pesca.

Bloomberg Línea intentó conocer estos fundamentos y le envió un cuestionario al ministro de Desarrollo Agropecuario, Augusto Valderrama, quien preside la Junta Directiva de la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (Arap) y quien junto al presidente de la República Laurentino Cortizo firmó la norma, pero no atendió las múltiples llamadas ni mensajes. Igual ocurrió con el ministro consejero para asuntos agropecuarios, Carlos Salcedo.

Con la nueva legislación estaría en entredicho la “especial atención a la participación ciudadana” que cita la ley 204 de pesca como requisito para que la autoridad pesquera ejerza su rol y que se respalda en el acuerdo de Escazú sobre participación ciudadana, acceso la información y justicia ambiental que Panamá ratificó y adoptó como ley.

Se está “promoviendo un arte indebido que equivale a “pasarle un rastrillo al fondo del mar” para unas especies de pescado (pargo mancha, cabezón y corvinas) que se pescan de forma artesanal y con palangre o pesca mediante líneas de anzuelos, opinó la Fundación para la Protección del Mar (Promar)

“Es un gol lo que están metiendo, no existía ese aval con las redes. No es lo mismo una panga [embarcación pequeña] con un trasmallo o palangre que meter un barco industrial que arrastra todo a 2 o 3 millas y luego desecha el 70% de su pesca al mar”, dijo Ricardo Wong, presidente de la Fundación para la Protección del Mar (Promar).

La pesca del camarón a través de redes de arrastre data de 1950 cuando se legisló al respecto, y actualmente en la Arap se reportan 136 embarcaciones con licencia para esta actividad, según su sitio web.

La reglamentación a la ley de pesca era uno de los pendientes para que la nación abandone la tarjeta amarilla de advertencia de la UE por no desalentar la pesca ilegal. De recibir la tarjeta roja se embargarán las exportaciones del mar a ese destino y esto podría decidirse a fin de año.