Ciudad de Panamá — A escasos 10 meses de un cambio de gobierno, Panamá ha ajustado su perspectiva de crecimiento de 5% a 6% para 2023, impulsado por la actividad comercial, la construcción, el turismo, la banca, los seguros, el transporte y la electricidad.
Esta previsión del Ministerio de Economía y Finanzas es incluso superior a la efectuada por la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal) que consideró que la nación cerraría con 4.6%, cuando la región de América Central se ponderó con 3.1%.
Para el 2024 se considera que el país centroamericano mantendrá su economía a un ritmo de 5%, según el ministro de Economía y Finanzas, Héctor Alexander.
El pronóstico se sustenta en la actividad del hub logístico y digital que incluye el transporte aéreo, marítimo y terrestre, y las telecomunicaciones; la industria manufacturera y exportación de chips, el turismo, la construcción, el comercio, la intermediación financiera y la electricidad, expuso el funcionario.
“Hay mejor dinamismo en los sectores modernos de la economía que son los que liderizan el crecimiento, también podríamos tener una discusión de qué tan bueno es crecer cuando los recursos no se distribuyen adecuadamente, pero lo cierto es que se observa un crecimiento relativo y se [está] contrastando con un periodo difícil”, explicó el economista y docente de la Universidad de Panamá Marcelo Araúz.
La proyección no es exagerada, a pesar de los problemas que se han reportado en el país, fundamentalmente el empleo y que la mitad de la población se ubica en la economía informal.
En la pandemia algunas empresas “aprovecharon” la oportunidad para reducir su planilla o trasladar gastos a través del trabajo en línea, recordó Araúz, un sector que no se ha recuperado aún, pero en términos generales la economía panameña ha tenido un mejor desempeño y esta imagen pujante favorece el turismo y el comercio internacional, detalló el también magister en economía y experto en estadística, en entrevista a Bloomberg Línea.
De la misma manera, el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) creció 7.8% durante el primer semestre del año, por lo que a juicio de Alexander “el dinamismo de la economía es robusto”.
El repunte semestral es resultado del comercio en la Zona Libre de Colón que se dinamizó en 32.6%, la venta de autos nuevos con 22.2%, el valor de los permisos de construcción en 66.1%, la producción de concreto premezclado con 20.8% y la cartera crediticia del Sistema Bancario Nacional que aumentó 8%, los préstamos nuevos con 14.5% y la venta de primas de seguros en 13.6%, entre otros.
El crecimiento económico está impactado favorablemente por la generación de empleos y sobre todo el empleo formal, enfatizó Alexander .
Detalló que de septiembre de 2020 a abril de 2022, hubo un crecimiento de la ocupación de 13% de la cual el 92% fue del empleo formal y que en el primer semestre los contratos crecieron en 25.6%.
No obstante, este sigue siendo el talón de Aquiles de la economía panameña. Cifras de la Contraloría General de la República detallan que de 2019 a 2020 la contratación laboral decayó en 63.9%, fue entonces cuando producto de la pandemia se restringió la movilidad por sexo a apenas unas horas al día y se flexibilizaron las condiciones laborales en el país.
De los 43,376 contratos de trabajo registrados en el primer semestre, apenas 14,288 son por tiempo indefinido.
En múltiples sondeos los panameños manifiestan que los indicadores del PIB no reflejan lo que vive el grueso de la población “porque este crecimiento se ve acrecentado en subsectores que acumulan el beneficio y no se distribuye, porque se generan utilidades que se van al exterior, como es el caso de las trasnacionales...”, acotó Araúz.
En el 2021 la economía panameña creció 15.8% y 10.8% en el 2022, mientras que el estimado para el año 2023 es de un 6%, lo cual representa la tasa más elevada que ha tenido Panamá desde el 2014.
En mayo próximo el país canalero decidirá un cambio de gobierno e independientemente del ganador una de las prioridades bajo la lupa de los panameños es el desarrollo económico, social y laboral.