Ciudad de Panamá — Picado, como el mar, así marcha el movimiento de contenedores del sistema portuario panameño que durante los primeros cinco meses de este año y por segunda vez consecutiva muestra una baja de 3.1%, o sea, unos 3,351,468 contenedores de 20 pies, o TEU, respecto a igual periodo de 2022.
En tanto, el reporte de enero a mayo de 2023 detalló que se generó un movimiento de carga de 44,474,559 de toneladas métricas, entre la carga contenerizada y a granel, según datos de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) que detalla la Contraloría General de la República.
La baja que se evidencia en las cifras oficiales se debe a tres razones: la caída en la producción mundial por la elevada inflación, la baja del tránsito marítimo debido a la sequía lo que ha obligado al Canal de Panamá a reducir el tránsito y el calado de las embarcaciones, así como también el incremento de las exportaciones de India a Estados Unidos que utiliza el Canal de Suez obviando la panameña, explicó el Consejo Empresarial Logístico (COEL).
Este es el segundo año consecutivo en el que esta actividad registra un declive, toda vez que de enero a mayo de 2022 se registró un movimiento de 3,456,995 TEU’s, es decir 2.8% menos respecto al mismo periodo de 2021.
La competencia panameña
Otro factor importante para el sector logístico es promover y cuidar la competitividad toda vez que la actividad portuaria de Colombia le está haciendo mella al país canalero.
“El puerto de Cartagena en Colombia ha bajado sus precios al piso para hacer trasbordo para competir con Panamá y lo puede hacer debido a que los puertos colombianos tienen mucha carga de importación como exportación”, explicó Hugo Torrijos, presidente del COEL.
En cambio, el país centroamericano no es un gran exportador y “pequeño” en sus importaciones por lo que los puertos dependen de la facturación de la carga de transbordo y Cartagena está sacando provecho de los costos bajos en mano de obra de sus puertos, añadió Torrijos.
El Consejo Empresarial Logístico solicitó a las autoridades gestionar los nuevos embalses que requiere el Canal de Panamá para no tener que enfrentar nuevamente las consecuencias de la sequía porque, recordó, la vía interoceánica es el principal activo del país y no hay que “dejar a merced de la naturaleza su facturación”.
En tanto, el vecino de Panamá, Costa Rica, intenta materializar el sueño de un Canal Seco Interoceánico para transportar mercancías con mayor agilidad que el Canal de Panamá y se evalúa el apoyo de Arabia Saudita para concretarlo, según informó el medio Nicaragua Investiga.
Los estudios de factibilidad de Costa Rica detallan que sería incluso más viable que el de Nicaragua que prometió hace una década el presidente Daniel Ortega debido a que sus costos son menores: US$16,000,000 y se concretaría en un periodo de 5 años, mientras que el de Nicaragua costaría US$40,000,000 y tardaría una década.
“Panamá ya cuenta con un Canal seco, la vía Panamá a Colón”, recordó por su parte Torrijos, pero está incompleto porque las vías a los puertos de Colón dependen de una avenida que se encuentra congestionada y destruida”, apuntó.
El sector empresarial lleva años solicitando una vía alterna exclusiva para la carga contenerizada pero la petición ha sido ignorada por lo que Torrijos reflexionó que quizás sea conveniente que Costa Rica avance en su proyecto para que las autoridades se percaten de que el mundo es competitivo.
Además de esta vía, Panamá cuenta con el ferrocarril interoceánico del consorcio “Panama Canal Railway” que brinda el servicio de transbordo de contenedores entre los puertos del Atlántico en la provincia de Colón, al Pacífico en la ciudad de Panamá.
El sistema portuario panameño está compuesto por puertos estatales, concesionados, terminales concesionadas, muelles, atracaderos, astilleros y rampas y constituye uno de los pilares fundamentales de la economía, detalla la AMP.
La balanza de pagos del Estado panameño indica que en 2021 ingresaron al fisco US$958,200,000 al fisco, mientras que en 2020 el aporte fue de US$1,158,9000,000.