Ciudad de Panamá — Las tres semanas de protestas callejeras en todo el país, en contra el contrato de First Quantum Minerals (FQM), sumado a la incertidumbre sobre el destino de la mina que opera esta compañía y a la moratoria para nuevas concesiones mineras, fueron razones suficientes para que la calificadora de riesgo S& P revisara de estable a negativa la perspectiva de Panamá.
Así lo indica un informe de la agencia que, al mismo tiempo, confirma la calificación ‘BBB’ a largo plazo en moneda extranjera de Panamá y la calificación ‘A-2′ a corto plazo, un reporte que surge en medio de tres semanas de protestas y crisis social en el país en respuesta a decisiones gubernamentales.
Las proyecciones “aún favorables” de crecimiento del PIB a un 6%, se podría afectar por los hechos descritos y también debilitarse la capacidad de recuperación económica, añade el reporte.
“La perspectiva negativa refleja el riesgo de una rebaja de la calificación resultante de las posibles repercusiones de estos recientes acontecimientos en la confianza de los inversores, las perspectivas de crecimiento económico y la estabilidad de la economía panameña” cita el informe.
El exministro de Economía y Finanzas Fernando Aramburú Porras coincide con la opinión de la calificadora, a su juicio los últimos incidentes en Panamá han creado un clima de inestabilidad política que aumenta el riesgo país a corto plazo sobre todo en materia de su gobernabilidad.
“El mantener la calificación de riesgo dependerá del manejo que se le dé al asunto minero y de las medidas que tome el próximo gobierno con relación al manejo de las finanzas públicas”, consideró el economista y consultor.
La paralización de la operación de la subsidiaria de FQM, Minera Panamá, tendría un impacto importante en la actividad económica del país ya que actualmente representa el 4.5% del PIB, genera 7,000 empleos directos, hasta 40 mil indirectos, y además exporta alrededor de US$3,000 millones o 75% del total de exportaciones del país, recordó Aramburú Porras.
A su vez, el también expresidente de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede) resaltó que la economía panameña ha mostrado ser resiliente a los embates económicos y crecer en un promedio de más de 6% en los últimos 20 años y sin minería por lo que se espera que siga creciendo sobre sus pares en los próximos años, aún sin la actividad extractiva.
El cambio de perspectiva de S&P es una señal de que la situación solo empeorará, consideró por su parte el economista Felipe Argote, toda vez que se desconoce cómo terminará la crisis social que hoy cumple 17 días de protestas contra la ley que prolonga por 40 años la explotación de cobre de First Quantum.
Argote además señaló que el presupuesto del país centroamericano, por US$27,579.4 millones, “está súper inflado y que debería reducirse en un mínimo de US$ 5 mil millones porque sino es muy probable que no cumpla la ley de déficit fiscal”.
Por su parte, el Ministerio de Economía y Finanzas expuso que el aumento de US$416.5 millones en el Presupuesto General del Estado 2023 “fue estructurado manteniendo el balance de 3% del déficit como límite máximo que establece la Ley de Responsabilidad Social Fiscal.
La revisión de S&P se suma a la de octubre pasado cuando la calificadora de riesgo Moody’s también cambió la perspectiva del país, de estable a negativa en su calificación soberana, fundamentalmente por la abultada planilla estatal y la falta de progreso en las reformas que requiere el sistema de pensiones.