Crisis climática y migración, los ejes del discurso del presidente panameño en la ONU

“Hago un llamado a la comunidad internacional para que asuma, en toda su magnitud, el problema de la migración irregular”, dijo Laurentino Cortizo Cohen, mandatario panameño

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Ciudad de Panamá — La “bomba de tiempo” que representa la crisis climática y la migración irregular que utiliza la mayor selva de Centroamérica, el Darién, entre Panamá y Colombia, como una ruta de tránsito fueron los dos principales asuntos abordados por el presidente panameño, Laurentino Cortizo Cohen, en la reunión 78 de sesiones de la Asamblea de las Naciones Unidas.

“Panamá, como país que contribuye eficazmente a la protección del ambiente, solicita en esta Asamblea General a los países más contaminantes, el cumplimiento de los compromisos adquiridos para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero”, exigió Cortizo desde el podio de la sesión realizada en Nueva York, Estados Unidos.

Panamá es un “líder azul” por el cuidado de sus océanos ya que “ha hecho un esfuerzo extraordinario” para preservar los mares, alcanzando la meta del 30% como área protegida nueve años antes del 2030, mientras que en cuanto a la conservación de los bosques el país canalero es de las siete naciones carbono negativo, resaltó el gobernante, lo que a su parecer no es retórica sino hechos.

En tanto, en el aspecto del desarrollo humano, la más alta prioridad a juicio de Cortizo es que se brinde a las poblaciones las oportunidades de vida más digna dentro de sus propios países para que las personas no se vean obligadas a emigrar de manera irregular.

“Hago un llamado a la comunidad internacional para que asuma, en toda su magnitud, el problema de la migración irregular que hoy en día no solo se concentra en el Mediterráneo, sino que es de carácter global y que a los panameños en este momento nos afecta directamente”, indicó el presidente panameño.

Recordó que el problema de la migración irregular debe abordarse a nivel multilateral, haciendo énfasis en el respeto a los derechos humanos y que Panamá trabaja con varios países de la región en la ejecución de programas para mejorar la atención y la protección de los migrantes que ingresan por la peligrosa selva del Darién.

“Esta es una situación insostenible, indeseada, inhumana; un drama humanitario de dolor, sufrimiento y muerte para cientos de miles de migrantes que emprenden esa arriesgada travesía. Les reitero, esta es una situación insostenible, una situación en la que somos víctimas y no responsables”, acotó Cortizo quien subrayó que ha sido un esfuerzo “titánico” por atenderlos.

En lo que va del año han ingresado por la selva darienita unas 352 mil personas, lo que supera el reporte de los doce meses del 2022 con 248,284 personas, según cifras oficiales. Seres humanos que se exponen a abusos sexuales y toda clase de vejámenes en su intento de vivir el sueño americano.