Ciudad de México — Volaris (VOLARA), una aerolínea mexicana de bajo costo, dijo que el proceso de inspección de motores por el que atraviesa parte de su flota se está extendiendo por la falta de materiales en los talleres de Pratt & Whitney.
El presidente y CEO de la empresa, Enrique Beltranena, dijo en una llamada con analistas que como resultado anticipan que el llamado wing-to-wing turnaround time, que contempla tanto el lapso de espera del avión en el taller como el tiempo de reparación, supere los 350 días, con lo que las inspecciones probablemente se extenderán hasta 2026.
Dicho lapso sería mayor al promedio difundido por el fabricante Pratt & Whitney, que es de 250 a 300 días.
Beltranena comentó que Pratt & Whitney está atendiendo las “demoras persistentes” en la disponibilidad de materiales y trabaja en incrementar la producción de componentes.
Impacto por revisión
La revisión acelerada de motores GTF que inició a mediados del año pasado ha impactado la capacidad de Volaris. Desde junio de 2023, la aerolínea ha puesto en tierra un promedio de 16 aeronaves por mes, lo que impacta alrededor de 6.5% de sus reservaciones futuras, dijo el directivo.
Ante la situación, la compañía ha reconfigurado su capacidad para atender al mercado transfronterizo, aprovechando la recuperación de la Categoría 1 en seguridad aérea, que permite a aerolíneas mexicanas abrir nuevas rutas hacia Estados Unidos.
En el cuarto trimestre del año, Volaris tuvo una disminución de 2.7% en tráfico de pasajeros, con una caída de 7.7% en tráfico doméstico, pero un crecimiento de 17% en el internacional.
Los ingresos operativos de la compañía crecieron 9.6% anual en el periodo, impulsados por los ingresos auxiliares (como la selección de asientos, tarifas por equipaje adicional o por los alimentos durante el vuelo), mientras el flujo operativo (EBITDA) subió 35.1%, apoyada por la compensación acordada con Pratt & Whitney por la inspección de motores.