Bloomberg — La volatilidad del peso mexicano este mes de junio influyó en la decisión del banco central de mantener las tasas estables el jueves, dijo la gobernadora del Banco de México (Banxico), Victoria Rodríguez. Dados sus posibles efectos sobre la inflación, también podría influir en la forma en que el banco sopesa los recortes futuros.
Ver más: Banxico ve más inflación en el corto plazo por la depreciación del peso mexicano
El peso se desplomó a principios de junio después de que Claudia Sheinbaum ganara las elecciones presidenciales de México, antes de reducir las pérdidas, un factor en la decisión del banco de mantener las tasas en 11%.
Rodríguez dijo que Banxico también tomó en cuenta la reciente aceleración de la inflación general y el ajuste moderado del propio banco al pronóstico de aumentos de precios.
Citó los avances en los esfuerzos del banco por combatir la inflación, que junto con una política monetaria restrictiva han creado espacio para recortar las tasas en el futuro.
Si bien la depreciación del peso puede contribuir a la inflación, se ve compensada en parte por una economía más débil, dijo la junta del banco central en un comunicado.
“En este contexto, diría que continuamos en una fase en la que los avances en el proceso desinflacionario y el grado de restricción de la política monetaria que tenemos nos permiten discutir recortes a la tasa de referencia”, dijo Rodríguez en entrevista con Bloomberg News tras la decisión del jueves 27 de junio.
Rodríguez se negó a decir si Banxico consideraría realizar recortes en agosto.
El peso mexicano pasó de registrar pérdidas de hasta un 0,9% en los primeros horas de cotización en los mercados asiáticos del viernes 28 de junio a ganancias de hasta un 0,8% después del primer debate presidencial de Estados Unidos.
La inflación anual en México se ha acelerado en los últimos meses. La volatilidad del tipo de cambio tras las elecciones del 2 de junio ha llevado al peso a perder más del 7% de su valor este mes.
“De cara al futuro, lo que estamos viendo es que tendremos espacio para reducir el grado de restricción. Reducir la tarifa no significa que dejaremos de ser restrictivos”, afirmó Rodríguez.
“La volatilidad del tipo de cambio se ha reducido y ahora está volviendo a los niveles observados antes del episodio de turbulencia financiera reciente”, añadió.
Banxico realizó un primer recorte en marzo y luego decidió mantener en mayo, antes de realizar el segundo recorte consecutivo el jueves 27 de junio.
La decisión era ampliamente esperada después de la volatilidad que siguió a las elecciones, ya que los inversionistas estaban inquietos por un buen desempeño de la coalición gobernante Morena que le permitiría cambiar la constitución.
Los otros factores que consideró el banco incluyeron mejoras generales de la inflación desde su pico y que la debilidad de la economía mexicana vista a fines de 2023 resultó ser “más profunda y prolongada” de lo que los miembros de la junta habían anticipado, dijo el gobernador.
La Junta de Gobierno de Banxico esperó más que otros grandes bancos centrales latinoamericanos para comenzar a flexibilizar sus políticas.
En el comunicado que acompañó la decisión del jueves, Banxico indicó que estaba abierto a discutir más recortes de tasas de interés si el panorama inflacionario lo permitía.
Banxico ahora proyecta que el país alcanzará su objetivo de inflación del 3% para finales de 2025.
Lea más en Bloomberg.com