Bloomberg — El jefe de la marca de camionetas Ram de Stellantis NV dijo que la automotriz está abierta a revisar un impulso planeado hacia países de menor costo, incluyendo México, en caso de que el presidente electo Donald Trump imponga nuevos aranceles al sector.
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La compañía está explorando posibles cambios en sus redes de fábricas y proveedores que podrían emplearse si las políticas implementadas por la administración entrante alteran las cadenas de suministro, dijo Chris Feuell, quien se hizo cargo de la marca Ram en junio. Dijo que las lecciones aprendidas durante la pandemia sobre la búsqueda de nuevos proveedores y el rediseño de piezas podrían ser útiles durante la próxima administración.
“Obviamente es parte de toda la planificación de escenarios que estamos haciendo”, dijo en una entrevista en el Salón del Automóvil de Los Ángeles el jueves 21 de noviembre, señalando que no se ha tomado ninguna decisión.
Una pregunta que están abordando es: “¿Cómo tenemos que pensar en las estrategias de fabricación y abastecimiento teniendo en cuenta hacia dónde podrían ir los aranceles o las decisiones administrativas?”
Trump ha prometido en repetidas ocasiones imponer gravámenes del 60% a los productos procedentes de China y del 20% a las importaciones del resto del mundo. Las medidas corren el riesgo de golpear con especial dureza a la industria automovilística porque depende de miles de piezas que pueden cruzar varias fronteras antes de ser instaladas en un coche durante el montaje final.
Planta en México
Trump también ha amenazado con castigar a los fabricantes de automóviles que importan vehículos a EE.UU. desde México, donde Stellantis está ampliando una planta de camionetas en Saltillo para producir algunas camionetas Ram 1500 el próximo año.
Es parte de un plan para trasladar más de su huella de fabricación a países de menor costo que Estados Unidos. La planta también fabrica camiones Ram de servicio pesado y camionetas comerciales.
La medida enfureció al sindicato United Auto Workers, cuyos miembros han sufrido despidos a medida que Stellantis recorta costes tras una fuerte caída de los beneficios en el primer semestre de 2024. La empresa está despidiendo a 1.100 trabajadores en su planta de camiones de Warren, Michigan, que fabricaba una versión antigua de la camioneta Ram 1500.
Stellantis está reduciendo el exceso de inventarios mientras hace frente a la presión de los altos tipos de interés y al complejo lanzamiento de múltiples vehículos eléctricos nuevos. Los retos han impulsado recortes de empleo y de producción que afectan a las marcas Ram y Jeep en EE.UU.. Las ventas de Ram -una de las principales fuentes de beneficios del fabricante de automóviles en EE.UU.- descendieron un 24% en los nueve primeros meses del año.
Ram también está trabajando para despejar el inventario antes de los lanzamientos de dos nuevas camionetas que se aplazaron desde finales de este año hasta mediados de 2025: un Ram EV totalmente eléctrico, y el Ramcharger, un pick-up alimentado por batería con un generador de gas a bordo para aumentar la autonomía y la capacidad de remolque.
Riesgos de vehículos eléctricos
A corto plazo, perder la desgravación fiscal de US$7.500 para la compra de vehículos eléctricos (VE) supondría un riesgo aún mayor. Los VE ya son costosos y perder el crédito a la compra perjudicaría la adopción, dijo Feuell.
El grupo de transición de Trump ha discutido la eliminación del subsidio de US$7.500 dólares como parte de un esfuerzo más amplio de reforma fiscal, informó Reuters la semana pasada, citando fuentes no identificadas con conocimiento directo del asunto.
Stellantis tiene capacidad para fabricar camiones de gas, híbridos y totalmente eléctricos. En estos momentos, la empresa no tiene planes inmediatos de cambiar lo que hay bajo el capó de sus vehículos, dijo Feuell.
"Es importante mantenernos fieles a nuestra estrategia", dijo. "Si necesitamos pivotar con respecto a la mezcla que representan esos productos, entonces esa es ciertamente una opción que podemos considerar".
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