S&P y HR Ratings confían en prudencia económica y fiscal del próximo Gobierno de México

El próximo presidente de México tendrá el reto de encontrar la forma de reducir el gasto o aumentar la recaudación tributaria, en especial en 2025, consideró HR Ratings

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Ciudad de México — Las agencias calificadoras S&P Global Ratings y HR Ratings prevén que el siguiente Gobierno de México mantendrá la prudencia macroeconómica y fiscal, independientemente de quién gane la elección presidencial.

“Lo que esperamos es que se mantenga esta macroprudencia, aunado a independencia de la política monetaria y a un sólido sector externo”, dijo Omar de la Torre, director y analista líder de Soberanos y Finanzas Públicas Internacionales de S&P, en un panel del Encuentro de Análisis 2024 de la Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles (AMIB).

Félix Boni, director general de Análisis de la calificadora HR Ratings, confió en que el siguiente sexenio continuará la prudencia fiscal que se ha visto en la actual administración y las anteriores, aunque tendrá el reto de encontrar la forma de reducir el gasto o aumentar la recaudación tributaria, en especial en 2025.

“Se habla mucho de que una vez que terminen los proyectos más importantes de este Gobierno el gasto de capital va a bajar y eso puede reducir las presiones en términos del gasto. Si eso es suficiente, quién sabe, esa es la gran duda”, comentó Boni.

La Secretaría de Hacienda prevé un déficit de 5,9% del PIB al cierre de 2024, el nivel más alto en dos décadas, asociado a un mayor endeudamiento que, de acuerdo con la dependencia, será de una sola vez para terminar las mega obras del presidente Andrés Manuel López Obrador, como el Tren Maya.

Ver más: Gobierno de AMLO ve más déficit fiscal al cierre de 2024 y para 2025

S&P prevé que el déficit se reduzca de forma paulatina hasta llegar a 3% del PIB alrededor de 2027, pero Omar de la Torre apuntó que falta ver la priorización de las políticas de gastos en la siguiente administración.

Claudia Sheinbaum, candidata del partido oficialista, y Xóchitl Gálvez, candidata de la oposición, han descartado en principio realizar una reforma fiscal, mientras el aspirante de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, se ha pronunciado a favor de realizarla.

¿Qué afectaría la calificación de México?

Sobre los factores que incidirían en una revisión a la calificación soberana de México, HR Ratings dijo que los más importantes para la agencia serán el Plan Nacional de Desarrollo que presente el próximo Gobierno así como la Ley de Ingresos de la Federación y el Presupuesto de Egresos de la Federación que forman parte del Paquete Económico.

“Eso sería crítico para ver hasta qué punto podemos esperar la consolidación fiscal, que sí estamos esperando que haya”, dijo Félix Boni.

Los factores que podrían llevar a una baja en la nota soberana, según S&P, serían un deterioro en la política macroeconómica o en las relaciones con los socios comerciales del T-MEC, lo que podría generar una disminución en la inversión y un aumento en la desconfianza de los inversionistas.

“Si observamos déficits sostenidos y elevados, esto podría incrementar la presión sobre la deuda y si llegamos a pasar el umbral de 60% (como proporción del PIB) en nuestro escenario base, podría tener una implicación en la calificación y esto generaría una acción negativa”, dijo De la Torre.

La calificadora estima que la deuda de México, en conjunto con la de la petrolera estatal Pemex, se mantendrán por debajo del 60% del PIB hacia 2030.

El escenario positivo para la calificación soberana sería que se impulse el crecimiento económico mediante implementación eficiente de políticas así como el incremento de la flexibilidad presupuestal y de la base tributaria no petrolera.

S&P Global Ratings ratificó en febrero las calificaciones de largo plazo de México en ‘BBB’ en moneda extranjera y ‘BBB+’ en moneda local con perspectiva estable, un escalón por encima del grado especulativo.

HR Ratings también reafirmó en abril la calificación de largo plazo de ‘BBB+’ con perspectiva estable para la deuda soberana de México, tres niveles por encima del grado de inversión.