Ciudad de México — Claudia Sheinbaum, presidenta de México, inició el primer día del sexenio con su debut en ‘la mañanera’, como se conoce a las conferencias de prensa matutinas que instauró Andrés Manuel López Obrador (AMLO) desde que fue jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal en el año 2000.
Frente a unos 200 representantes de los medios de comunicación, Sheinbaum comenzó la exposición con un tono mesurado, sonriente, pero cauta, y con un telón blanco con el nuevo emblema del Gobierno estampado, que sustituye al telón guinda, el color institucional de Morena, que eligió el expresidente AMLO.
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Sheinbaum decidió continuar con las conferencias matutinas como el modelo de comunicación presidencial por excelencia y, como su antecesor, mantendrá el formato de incluir secciones en la conferencia y colocará sillas en el presidium para que se sienten los funcionarios e invitados que acudan a explicar algún tema.
Para tratar de marcar su sello personal, la mandataria bautizó las conferencias como “mañaneras del pueblo” y a las secciones las nombró tal y como lo hace un programa de revista matutina en televisión.
“Las mañaneras ahora las vamos a desarrollar de manera especial, va a venir información como siempre lo hacía el presidente, información sobre seguridad, trenes, obras, programas sociales”, dijo la presidenta electa vestida de traje sastre y peinada con su coleta que es parte de su personalidad.
El lunes Sheinbaum hablará de vida saludable para que los mexicanos no coman comida chatarra, el martes lo dedicará a predicar lo que AML O llamó “humanismo mexicano” y también habrá menciones sobre memoria histórica.
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Sheinbaum decidió mantener una de las secciones más polémicas en las conferencias de AMLO, se trata de la sección “detector de mentiras” que tomará en cuenta la participación de los ciudadanos. El jueves lo dedicará a hablar de las mujeres en la historia y el viernes la sección la denominó “suave patria” que busca que la ciudadanía comparta el orgullo de ser mexicano o mexicana.
Sheinbaum modificó la hora de inicio de su conferencia. A las 7:30 horas será la cita para la prensa en Palacio Nacional, que este miércoles 2 de octubre lució cercado con vallas metálicas ante las protestas esperadas por el 56 aniversario de la matanza estudiantil de 1968 en Tlatelolco. Con AMLO la cita fue religiosamente a las 7:00 horas.
La conferencia duró 80 minutos, un tiempo récord comparado con el que marcó el cronómetro en muchas ocasiones durante las 1.438 “mañaneras” que encabezó López Obrador durante su sexenio.
La duración de las conferencias será otro diferenciador respecto de su antecesor. Las “mañaneras” de AMLO tuvieron una duración promedio en el sexenio de 120 minutos, de acuerdo con Spin Taller de Comunicación Política de Luis Estrada.
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Durante la transición política, Sheinbaum ofreció conferencias de prensa que duraron alrededor de una hora y le daba tiempo para contestar de cinco a ocho preguntas de los periodistas.
Cuando era jefa de Gobierno de Ciudad de México sus conferencias oscilaban los 60 minutos promedio, en los que incluía la proyección de videos y gráficos para exponer. En temas de mayor interés público, como fue el año 2020 con la pandemia de Covid-19, las conferencias se extendían un poco más, pero nunca alcanzaron las tres horas que llegó a tocar López Obrador en varias ocasiones.
En las conferencias de AMLO, hubo ocasiones en que el político contestaba dos o tres preguntas en casi tres horas; una respuesta del expresidente podía extenderse media hora... o más. Pero Sheinbaum ha sido más eficaz en el uso del tiempo destinado a conferencias de prensa.
Debut en 2 de octubre
“Buenos días. ¿Cómo están? Casa llena”, fueron las palabras que pronunció Sheinbaum cuando entró al Salón Tesorería de Palacio Nacional, para encabezar la primera conferencia matutina que coincidió con la fecha del 2 de octubre, en la que los mexicanos recuerdan la matanza estudiantil de 1968 en Tlatelolco.
Para la presidenta el 2 de octubre es una fecha significativa, ella se dice “hija del 68″ porque su madre, Annie Pardo, participó en el movimiento estudiantil como profesora del Instituto Politécnico Nacional ayudando a los estudiantes; después fue expulsada de la institución por haber participado en las movilizaciones.
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Ante este hecho de la historia contemporánea, que coincidió con el día después de la toma de protesta como presidenta constitucional de México, la mandataria decidió comenzar su maratón de conferencias matutinas con la presentación de un video alusivo a la matanza estudiantil de 1968 y el testimonio de Pablo Gómez, actual titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, quien fue preso estudiantil en 1968.
La consejera jurídica, Ernestina Godoy, leyó un decreto presidencial en el que se reconoce que la matanza estudiantil del 2 de octubre de 1968 constituyó un crimen de lesa humanidad, en tanto, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, pidió una disculpa pública a nombre del Estado mexicano a todos los familiares que perdieron a alguien el 2 de octubre.
Después de la exposición del tema, siguieron las preguntas de los periodistas con temas diversos. Sheinbaum respondió corto y evitó entrar en polémicas.
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En redes sociales fue criticada porque el 1 de octubre, durante su toma de protesta en la Cámara de Diputados, Sheinbaum besó la mano derecha del senador del Partido Verde, Manuel Velasco, cuando éste se acercó a saludarla tras recibir la banda presidencial.
“Es algo que hago desde hace mucho, ya ven que hace mucho se usaba que a las mujeres las besaran en la mano. Entonces, yo acostumbro que, si llegan a darme un beso en la mano, yo regreso el beso”, respondió en breves segundos sin dar mayor revuelo. Probablemente, AMLO en una situación como esta no hubiera respondido tan corto “a sus adversarios”.
Cuando faltaban cuatro minutos para las 9:00 de la mañana, Sheinbaum dijo que en ese momento terminaría la conferencia pese a que había decenas de manos levantadas para hacerle una pregunta.
“Es la primera mañanera, todavía nos faltan seis años, espero, después de la revocación de mandato”, mencionó.
