Bloomberg — Bank of Nova Scotia está a punto de revelar formalmente una nueva estrategia, y analistas e inversionistas prevén que los ejecutivos se concentrarán en cómo obtener más ganancia de sus negocios en México y Canadá.
El banco con sede en Toronto lleva una década rezagado respecto a sus rivales en la cotización de sus acciones en medio de retornos decepcionantes en sus operaciones en América Latina.
El año pasado, conmocionó a la industria financiera canadiense con su decisión de recurrir a un extraño —Scott Thomson, miembro de la junta directiva y ex director ejecutivo de la empresa de equipos industriales Finning International Inc.— para que dirija la empresa.
Thomson y su equipo directivo, que incluye a los recién nombrados directores de banca canadiense, división internacional y gestión de patrimonios, se dirigirán este miércoles 13 de diciembre a los analistas e inversionistas durante una presentación que durará todo el día, en la sede central de Scotiabank.
El tercer banco más grande de Canadá por activos totales ocupa ahora el cuarto lugar por capitalización de mercado tras haber quedado atrás de Bank of Montreal el año pasado. Es el prestamista canadiense con mayor presencia internacional, pero en los últimos años ha reducido sus inversiones en países latinoamericanos más pequeños, mientras que al mismo tiempo ha dedicado más recursos a Chile, Perú y Colombia.
Sin embargo, los rendimientos internacionales de Scotiabank han seguido siendo decepcionantes, por lo que muchos observadores esperan ahora un giro hacia el norte.
“Espero que hablen mucho de México”, dijo en una entrevista Mike Rizvanovic, analista de Keefe, Bruyette & Woods, señalando que la operación del banco allí, que ya tiene un mejor rendimiento sobre el capital, goza de la ventaja de fuertes lazos comerciales con Estados Unidos y Canadá. “A Scott le gusta mucho ese negocio y ha mencionado el Tlcan (TMEC) unas cuantas veces”.
Carl De Souza, vicepresidente sénior y jefe de Banca Canadiense de DBRS Morningstar, dijo que el plan en México “probablemente se centrará en el crecimiento de los negocios de banca comercial y patrimonial del banco”, lo que lo llevaría a aprovechar las industrias que se benefician de los vínculos comerciales del país con EE.UU. y Canadá.
A principios de este año, Thomson se comprometió a ser franco con las partes interesadas de Scotiabank sobre los puntos débiles de la empresa y sugirió que el negocio colombiano en particular necesita ser corregido. No ha descartado desinversiones, aunque los analistas no prevén un anuncio al respecto el miércoles.
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