Bloomberg — Los acreedores internacionales del proveedor mexicano de internet Total Play quedaron tambaleantes la semana pasada después de que el propietario, la tercera persona más rica del país, llegara a un acuerdo con los tenedores locales, dejándoles potencialmente en peor situación si la empresa se declara insolvente.
No es la primera vez que Ricardo Salinas, uno de los diez mayores multimillonarios de América Latina con una riqueza estimada en casi US$15.000 millones, agita las cosas con los inversionistas extranjeros en sus empresas.
Al tiempo que la pandemia de covid recortaba los ingresos publicitarios de su emisora TV Azteca, Salinas suspendía los pagos a los tenedores de bonos, lo que dio lugar a una batalla legal que se ha prolongado en tribunales desde Ciudad de México hasta Nueva York durante más de tres años. Sin embargo, los acreedores locales recibieron su pago.
En 2001, una de sus compañías telefónicas incumplió sus obligaciones, a lo que siguió una investigación por fraude de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos que lo llevó a lograr un acuerdo por US$7,5 millones sin admitir irregularidades y a retirar sus compañías de las bolsas estadounidenses.
La semana pasada, los tenedores internacionales de bonos de Total Play con vencimiento el año que viene fueron sorprendidos con la noticia de que la empresa había llegado a un acuerdo privado con un grupo de inversores que aceptaron canjear sus tenencias por nuevos bonos garantizados con vencimiento en 2028.
Más tarde se supo que el acuerdo se había alcanzado con un grupo de tenedores con sede en México, según una nota de cliente de la correduría Balanz Capital. Grupo ICEL, un operador de educación de nivel superior mexicano de propiedad privada que tiene otros préstamos a Total Play, tiene una participación del 20% en el acuerdo, escribió Balanz.
Los bonos ya eran el crédito de mercados emergentes con peor comportamiento este año, y el anuncio del canje hizo que la deuda cayera aún más. Los precios cayeron hasta un mínimo de 50 céntimos por dólar.
Más tarde, Total Play se comprometió a ofrecer a los tenedores de bonos globales un acuerdo similar, que les daría bonos garantizados con cupones más altos. Los precios han recuperado parte de las pérdidas, y se indican en torno a 54 céntimos el martes.
Representantes de Salinas, Total Play y Grupo ICEL no respondieron a solicitudes de comentarios.
“Esto pone de relieve la preferencia de la empresa por inversionistas locales no tradicionales y su falta de transparencia con los tenedores internacionales”, dijo en la nota Juan Djivelekian, analista de Balanz en Buenos Aires.
Los prestamistas no bancarios como Grupo ICEL se han convertido en acreedores de último recurso de Total Play y representan ahora el 43% de la deuda total, frente al 25%, dijo Djivelekian.
La deuda garantizada ahora representa el 66% de la deuda de Total Play, frente al 56% al final del tercer trimestre, escribió el analista de crédito de JPMorgan & Chase Eduardo Nieto en una nota a los clientes.
“Si bien existe la posibilidad de que los 25 restantes se canjeen en condiciones favorables, mantenemos la cautela, ya que creemos que el mayor coste de la deuda podría dar lugar a un recorte y a peores condiciones para un futuro acuerdo con la base más amplia de tenedores”, dijo Nieto.
--Con la colaboración de Jack Sidders, Nicholas Comfort, Neil Callanan, Michelle F. Davis, Ryan Gould, Gillian Tan, Bruce Douglas y Kasia Klimasinska.
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