Ricardo Salinas entra en pugna con AMLO por impuestos y campo de golf

El empresario Ricardo Salinas Pliego se ha convertido en un enemigo político de López Obrador, defendiendo posturas libertarias y ganando seguidores en las redes sociales entre los detractores del presidente

AMLO  y Ricardo Salinas Pliego
Por Michael O'Boyle
28 de marzo, 2024 | 07:26 AM

Bloomberg — El multimillonario mexicano Ricardo Salinas Pliego, un libertario creyente del bitcoin que rutinariamente se burla de los “cavernícolas” del Gobierno, ha intensificado una disputa con el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre lo que él alega es una deuda inflada y el reciente cierre de un campo de golf en Huatulco, Oaxaca.

Salinas Pliego, que ha amasado una fortuna de US$14.900 millones a través de su minorista Elektra y el prestamista Banco Azteca —entre otros negocios— se ha convertido en un blanco frecuente de López Obrador durante sus conferencias de prensa diarias en las últimas semanas, a medida que el mandato de seis años del presidente llega a su fin con las elecciones del 2 de junio.

El titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT) de López Obrador indicó el 20 de marzo que la deuda de las empresas propiedad de Salinas asciende a 63.000 millones de pesos (US$3.800 millones) en impuestos, incluidos ajustes por inflación y multas.

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La evaluación está siendo disputada en 17 casos judiciales diferentes que abarcan auditorías desde 2008 hasta 2018, dijo el funcionario. AMLO, como se conoce al presidente, ha logrado que empresas como Wal-Mart de México y la embotelladora de Coca-Cola y operadora de tiendas de conveniencia Fomento Económico Mexicano, paguen miles de millones de dólares en impuestos.

Pero a Salinas, un hombre de negocios que se enfrenta por igual a los trolls en línea y a los tenedores de bonos extranjeros, no se le ve preparando la chequera.

Los detalles sobre la supuesta deuda fiscal de Salinas se dieron a conocer la mañana después de que el multimillonario publicara un video en X, donde se defendía de AMLO, quien ya se había referido en repetidas ocasiones de manera más vaga a un conjunto multimillonario de deudas fiscales. En el video, Salinas simulaba un discurso presidencial por televisión, con una bandera mexicana de fondo. El multimillonario también es dueño de TV Azteca, la segunda cadena de televisión más importante del país.

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“Yo, en lo personal, pago unas cantidades obscenas de impuestos. Mis empresas también lo hacen”, dijo, calificando de extorsión el intento del Gobierno de recaudar esa enorme suma. “No vamos a pagar más que lo que es correcto”.

Luego sugirió, sin pruebas, que había más dinero robado de los programas de ayuda social en efectivo del presidente para las personas adultas mayores que lo que supuestamente debía en impuestos. Agregó que AMLO lo estaba usando como distracción de la violencia indomable de las pandillas y de los indicios de corrupción en torno a su Gobierno de cara a las elecciones de junio próximo. Voten por “la menos peor”, dijo Salinas.

La disputa fiscal se encuentra ahora ante los tribunales mexicanos. Esta vez, López Obrador ha ido más lejos que antes en su represión fiscal al hacer públicos los detalles del caso, lo que es ilegal según la legislación mexicana, dijo Carlos Ramírez, consultor de Integralia Consultores, con sede en Ciudad de México.

“Tenemos a un presidente que está a punto de irse, pero que se siente muy fuerte, muy poderoso. Y dice ‘nadie me va a ganar’”, dijo Ramírez. “Y por otro lado, tienes a alguien a quien le encanta pelear. A diferencia del resto de la élite empresarial del país que ha optado por bajar la cabeza, éste se defiende”.

Grupo Salinas publicó un sitio web en el que detalla su defensa contra los créditos fiscales, donde dice que el Gobierno intenta la recaudación “mediante cobros dobles” al no reconocer deducciones por pérdidas.

Mientras tanto, el Gobierno se movía contra Salinas en otro caso que no está directamente relacionado con la disputa fiscal. El 14 de marzo, la Guardia Nacional incautó un campo de golf en el complejo turístico de Huatulco, cerca del océano Pacífico, en el estado de Oaxaca, tras declararlo reserva natural. Salinas ha dicho que tiene una concesión válida para explotar el complejo y ha calificado de arbitraria la medida del Gobierno.

Como los comunistas resentidos, envidiosos, ignorantes y soberbios convencieron al presidente para clausurar el campo de golf de Huatulco, pues me voy a jugar Golf a España, eso sí con todo y Caddy para que no todos pierdan su trabajo”, escribió en X. “El estado de Derecho es un logro de todos los Mexicanos y no permitiremos que unos rojillos de supuesta izquierda se lo pasen por el arco del triunfo”.

Desde entonces, y tras mostrar imágenes aéreas del campo marchitándose rápidamente por el calor, Salinas dijo que un tribunal había bloqueado temporalmente la medida. Pero la Secretaría de Medio Ambiente respondió que la orden judicial solo protegía el ecosistema de la zona y no anulaba la designación de la propiedad como reserva natural. En un comunicado el miércoles, el Grupo Salinas dijo que ignorar la orden judicial es un “rechazo a la legalidad”.

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En 2018, AMLO ganó de forma aplastante al prometer acabar con los favores corruptos del Gobierno a la élite. Culpó de sus dos anteriores intentos fallidos de ganar la presidencia a la “mafia del poder” —formada por los principales empresarios y funcionarios corruptos del país— de la que supuestamente formaba parte Salinas.

A pesar de sus diferencias, López Obrador, de 70 años, nombró a Salinas miembro de su consejo de asesores empresariales. El Banco Azteca de Salinas también fue elegido entre un puñado de bancos para distribuir los nuevos programas de ayuda social del presidente. Sin embargo, comenzaron a surgir grietas en su relación cuando Salinas rechazó el cierre inicial de la economía por parte del Gobierno durante la pandemia.

Desde entonces, Salinas se ha convertido en un enemigo político de López Obrador, defendiendo posturas libertarias y ganando seguidores en las redes sociales entre los detractores del presidente. Tío Richie le llaman sus 1,8 millones de seguidores en X, donde alardea de su riqueza y se burla de sus críticos en internet.

En una entrevista reciente, cuando el presentador de noticias de TV Azteca le preguntó a quién invitaría a cenar en su yate, Salinas nombró a los líderes de El Salvador, Argentina, Arabia Saudí, Rusia y China.

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Salinas, de 67 años, es una rareza entre la élite empresarial mexicana que critica abiertamente y se enfrenta a AMLO. Carlos Slim, el hombre más rico de América Latina, se reúne frecuentemente con el presidente en Palacio Nacional. Mientras que el magnate minero Germán Larrea, el segundo empresario más rico del país, mantiene un hermético silencio incluso después de que el presidente frustrara su intento de comprar el banco minorista local de Citigroup Inc. y le confiscara una parte de sus líneas ferroviarias.

Salinas tiene un largo historial de uso de un ejército de abogados para obtener sentencias judiciales favorables. A finales de la semana pasada, amenazó con demandar a funcionarios por revelar información fiscal privada.

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Mientras tanto, el multimillonario se ha comprometido a recorrer el país para explicar sus puntos de vista, haciéndose eco de las asambleas celebradas por López Obrador en todo el país tras el fracaso de sus dos primeras candidaturas presidenciales.

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