Ciudad de México — Con la elección de Estados Unidos en puerta, el Gobierno mexicano está a punto de conocer quién liderará la revisión del acuerdo comercial T-MEC en el país vecino en 2026.
El proceso de revisión se perfila complejo sin importar quién llegue a la Casa Blanca, aunque algunos especialistas anticipan que podría ser más complicada si Donald Trump triunfa en los comicios, pese a ser quien promovió el nuevo acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.
“En el caso de Trump la revisión podría ser con más sacudidas que la de Kamala Harris, pero no creo que con Harris sea una ligereza”, dijo Gerardo Canseco, socio de Comercio Internacional & Energía y Recursos Naturales de la firma Chevez Ruiz Zamarripa.
El abogado apuntó que los paneles del Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida del tratado fueron una iniciativa del Partido Demócrata, al que pertenece la actual vicepresidenta estadounidense.
Los economistas de Citibanamex coincidieron en una nota publicada el 31 de octubre en que el proceso será difícil, especialmente con el aspirante republicano como líder, pero recordaron que Harris fue una de las 10 senadoras que votaron en contra del T-MEC y que también se opuso al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica.
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Refirieron que los argumentos de la candidata demócrata para estar en contra fueron que no se defendían suficientemente los derechos de los trabajadores ni se enfrentaban los problemas relacionados con el cambio climático. “Eso da indicios de los temas con los que podría llegar a presionar a México en la revisión del 2026″, indicaron los especialistas del banco mexicano.
Laura Deal Lacey, vicepresidenta ejecutiva de Programas Internacionales del think tank Milken Institute, también ve los asuntos laborales como uno de los focos de un Gobierno demócrata, así como las inversiones verdes. Mientras con una administración republicana, “veremos más enfoque en las industrias energética y automotriz”, dijo en una entrevista previa.
El sector automotriz también está en la agenda de ambos aspirantes, quienes han puesto la lupa sobre las exportaciones de empresas chinas a través de México, por lo que tratarían de presionar en este tema, señaló Canseco.
El especialista indicó que una de las incógnitas es la magnitud que tendrá la revisión y si incluirá cambios o enmiendas a algún capítulo. “Nadie sabe correctamente cuál va a ser el alcance de la revisión”, dijo en entrevista.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha calificado el proceso de 2026 como una “revisión menor”.
A los temas que pueda plantear la próxima administración estadounidense, se suma que México llegará con una serie de reformas constitucionales, incluyendo la del Poder Judicial sobre la que EE.UU. externó preocupación.
Otros asuntos que, según los economistas de Citibanamex, seguirán “enrareciendo el ambiente” son las leyes energéticas —que dan prevalencia a las empresas estatales sobre las privadas— la prohibición del maíz transgénico y la posible eliminación de los órganos autónomos.
