Ciudad de México — El presidente Andrés Manuel López Obrador está dejando el fondeo de su reforma de pensiones a merced de recursos que no son seguros de reunir.
AMLO, como se le conoce al presidente, envió a la Cámara de Diputados este 5 de febrero una reforma constitucional en materia de pensiones que genera dudas por la solvencia en el financiamiento que se propone para compensar las pensiones de los trabajadores bajo el régimen de Afores.
Pedro Vásquez Colmenares, experto en pensiones y exdirectivo en el ISSSTE, dijo a Bloomberg Línea que la reforma presidencial genera compromisos permanentes, pero no tiene un fondeo de largo plazo asegurado.
El Presupuesto de Egresos aprobado para 2024 asciende a MXN$9 billones, de los cuales MXN$2 billones serán para el pago de pensiones, es decir, 22% del gasto público lo consumen las pensiones.
La reforma de pensiones de AMLO
La reforma busca modificar el artículo 123 de la Constitución a fin de garantizar una pensión a las personas trabajadoras con 65 años que empezaron a cotizar después del 1 de julio de 1997 conforme a la Ley del Seguro Social y bajo el esquema de cuentas individuales, Afores.
Asimismo, pretende dar una pensión a las personas trabajadoras bajo el régimen de cuentas individuales que cotizan en el Instituto de Seguridad de Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Las personas bajo las Afores tendrían derecho a que su pensión de retiro por vejez sea igual a su último salario hasta por un monto equivalente al salario promedio registrado en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cuando la pensión que obtengan en términos de la ley sea menor a dicho promedio.
Es decir, la reforma constitucional no plantea desaparecer las Afores, sino complementar las pensiones de los trabajadores bajo el régimen de cuentas individuales para que obtengan una pensión del 100% de su salario o una pensión cuyo máximo serían MXN$16.777 pesos.
Del fondo semilla al Fondo de Pensiones
AMLO anunció la creación de un Fondo de Pensiones del Bienestar que sería el que pagará las pensiones complementarias, sin embargo, se prevé que su financiamiento sea con recursos que hoy no están firmes al provenir de la eliminación de órganos autónomos como el INAI, Coneval o Cofece; o de los fideicomisos del Poder Judicial que están en litigio.
Mientras este Fondo reúne los fondos, se creará un fondo semilla, dijo el presidente durante la presentación de la reforma. La Secretaría de Hacienda deberá constituir el Fondo de Pensiones de la reforma que aplicará para nuevos pensionados.
Este fondo semilla no fue referido en la iniciativa enviada al Congreso, pero, según AMLO, desde el 1 de mayo de 2024 se crearía con un monto de MXN$64.619 millones, el cual se irá incrementando gradualmente al mismo tiempo que se utilizará lo necesario para compensar a los trabajadores bajo Afores que se vayan pensionando.
Vásquez Colmenares dijo que la única fuente de financiamiento firme u objetiva que se detecta en la iniciativa para nutrir el Fondo es la relacionada con que el Gobierno pueda disponer de recursos de los trabajadores en el Sistema del Ahorro para el Retiro (SAR) que no han sido reclamados, el resto son propuestas sin solvencia.
“Todo el resto son fuentes de financiamiento que, o son por única vez, o son muy temporales, o son totalmente inciertas y sujetas a condiciones fuera del Sistema del Ahorro para el Retiro, así que la propuesta sí genera compromisos permanentes y no tiene fondeos de largo plazo asegurado”
Pedro Vásquez, experto en pensiones
Señaló que, de acuerdo con estimaciones preliminares, el fondo semilla alcanzaría para complementar pensiones durante 6 o 7 años máximo, lo que solo genera certidumbre hacia delante de cómo se pagarán esas pensiones al 100% por muchos años.
¿Cuáles son las fuentes de financiamiento que propone AMLO?
La reforma plantea la creación de un Fondo de Pensiones para el Bienestar, el cual tendría dos fuentes de financiamiento: aportaciones iniciales y aportaciones complementarias.
De las aportaciones iniciales, 75% de los recursos provendrían del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado; de la liquidación de la Financiera Rural; de los ingresos que se obtengan de la venta de bienes inmuebles sin construcción propiedad del Fonatur; de los montos de los adeudos de las dependencias y entidades de la Administración, del Congreso, del Poder Judicial y de órganos autónomos.
También provendrán de adeudos con el SAT, ISSSTE e IMSS por parte de las entidades federativas, de los poderes legislativos y judiciales locales, de las administraciones públicas municipales o de cualesquiera de sus entes públicos, así como de los recursos de los trabajadores depositados en las Afore y que no han sido reclamados.
Adicionalmente, se prevén aportaciones derivadas del reintegro de los recursos de los fideicomisos del Poder Judicial una vez que concluyan los procedimientos legales en curso; los recursos financieros y economías que se generen con la eliminación de organismos autónomos y órganos desconcentrados, y unidades administrativas.
El Fondo también se financiaría en 25% del remanente de las utilidades netas que se obtengan de los ingresos propios de las entidades paraestatales sectorizadas en las secretarias de la Defensa Nacional y de Marina, así como de los rendimientos, aprovechamientos y demás productos financieros derivados de la administración de dichos recursos.
También se esperan recursos provenientes de las enajenaciones de los inmuebles propiedad de la nación que se encuentren en posesión del ISSSTE, así como aquellos de su propiedad; del producto de las inversiones que se deriven del patrimonio del Fondo de Pensiones para el Bienestar; así como con las donaciones o cualquier otro tipo de aportación de personas físicas o morales.
Mariana Campos, directora general de México Evalúa, dijo en su cuenta de X que la reforma de pensiones propuesta por AMLO “no es seria” porque propone financiar con ingresos extraordinarios el gasto recurrente que implica el sistema de pensiones complementario que se plantea.
“No tiene viabilidad financiera”, escribió.