Ciudad de México — La reforma del presidente Andrés Manuel López Obrador para que el Ejército controle a la Guardia Nacional avanzó en comisiones en el Senado, entre cuestionamientos de la oposición sobre el riesgo de “militarizar” la seguridad pública.
Las comisiones de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos aprobaron con 25 votos a favor y 10 votos en contra, la reforma constitucional en materia de Guardia Nacional, por lo que se remitió al Pleno del Senado para su discusión y aprobación.
Morena y sus aliados, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde (PVEM) defendieron la reforma que envió al Congreso AMLO, como se le conoce al presidente, el pasado 5 de febrero como parte de un paquete de reformas a la Constitución.
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La reforma en materia de Guardia Nacional fue aprobada por mayoría calificada en la Cámara de Diputados y está por verse si Morena y sus aliados consiguen la mayoría calificada en el Senado, como ocurrió con la reforma judicial, lo que les permitirá modificar la Constitución.
La reforma busca que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) controle operativamente a la Guardia Nacional como una fuerza de seguridad pública, pero con personal de origen militar.
Se propone que la Sedena gestione el presupuesto de la Guardia Nacional y que los elementos de la Guardia Nacional pueden tener acceso a carpetas de investigación, esto debido a que se plantea que sea ésta la que implemente la Estrategia Nacional de Seguridad Pública.
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La oposición acusó que la reforma es la militarización de la seguridad pública, pero los senadores del oficialismo negaron ese argumento y aseguraron que la Guardia Nacional mantendrá el mando civil porque el presidente y su sucesora, Claudia Sheinbaum, son civiles.
Luis Donaldo Colosio Riojas, senador de Movimiento Ciudadano, dijo estar preocupado porque la reforma representa la rendicion del Gobierno de garantizar la seguridad pública, ya que encomienda al Ejército tareas y labores en contra de su capacitación.
“No vamos a normalizar que otra generación de niñas y niños vivan el paisaje de las calles con el Ejército en las calles (...) esta reforma es el clavo final al ataud de la seguridad civil”, expuso.
Claudia Anaya, senadora del Partido Revolucionario Institucional (PRI), indicó que en el dictameen todos los artículos donde actualmente se establece que la Guardia Nacional es un cuerpo policial, con la reforma se le quita y pasa a ser un cuerpo militar.
Saúl Monreal, senador de Morena, defendió la reforma y dijo que no hay ninguna militarización porque la militarización tiene que ver con el mando supremo y ese mando será de la presidenta Claudia Sheinbaum que es civil.
“El hecho de que la Guardia Nacional vaya a pertenecer a la Sedena no significa la militarización, y su función será policial y se va a profesionalizar”, sostuvo.
Ignacio Mier, senador de Morena, comentó que la Guardia Nacional es un componente fundamental de la estrategia de seguridad, pero no es en sí la estrategia. “Hay que ayudar a la presidenta Claudia Sheinbaum”.
Esta historia fue actualizada a las 1:15 horas del martes 24 de septiembre a partir del séptimo párrafo.