Ciudad de México — La reforma a la Ley del Mercado de Valores se presenta como una oportunidad para inyectar atractivo a las bolsas de valores del país y, con ello, aumentar el monto de capitalización y su porción del PIB. Lo anterior a través de brindar la oportunidad a que pequeñas y medianas empresas puedan acceder a un proceso más simplificado que implica un menor costo y menor tiempo de proceso.
Una de las grandes incógnitas que acompaña a esta reforma es conocer ¿cuántas empresas se verán beneficiadas?
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, cerca de 50.000 empresas estarían interesadas en financiarse a través del mercado bursátil donde se espera realicen emisiones de entre MXN$60 a MXN$80 millones.
Por su parte, la CEO de la Bolsa Institucional de Valores (BIVA), María Ariza, indicó que son entre de 5.000 a 10.000 pequeñas y medianas empresas (pymes) las que estarían acudiendo al mercado local.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) refieren que en el país existen cerca de 4,9 millones de micro, pequeñas y medianas empresas. Pero la reforma solo se enfoca en las pymes.
“Con esta reforma, se espera que las empresas puedan obtener los recursos necesarios para su crecimiento y desarrollo, así como también se fomenta la transparencia y la responsabilidad social en el mercado de valores”, mencionó Hacienda en una tarjeta informativa.
Beneficios de la reforma a la Ley del Mercado de Valores
El mercado bursátil cuenta con dos opciones de financiamiento. Por un lado, la deuda corporativa, donde las empresas emiten títulos u obligaciones para poder financiarse con una tasa de interés con mejores condiciones que un crédito bancario.
Por otro lado, las emisiones de acciones donde la empresa da una pequeña participación a cambio de un financiamiento. Pese a que las ventajas de adquirir financiamiento a través del mercado lucen mejor a las de un crédito bancario, por ejemplo, las restricciones son mayores.
“Tiene una tasa de interés con mejores condiciones que un banco, es más barata”, dijo el economista en jefe en Rankia Latinoamérica, Humberto Calzada. “Puede ser una mejor vía, pero los requerimientos que necesita una empresa para poder salir a Bolsa es más complicado”.
Entre las barreras a las que se enfrentan las empresas se encuentra el tiempo de proceso que tarda hasta nueve meses y el costo.
El titular de la Unidad de Banca, Valores y Ahorro de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Alfredo Navarrete, explicó que, con esta reforma, el tiempo se disminuiría a entre 4 a 6 semanas.
Para que las empresas interesadas puedan acceder al mercado de valores deben cumplir con una serie de requisitos como contar con un gobierno corporativo certificado. En este sentido, la Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles (AMIB), Nacional Financiera y Bancomext han trabajado en conjunto para crear la certificación prime donde se realiza un acompañamiento a las empresas para brindar las herramientas necesarias.
Los intermediarios bursátiles y las bolsas de valores deberán supervisar a las emisoras simplificadas, de acuerdo con las modificaciones.
La reforma también propone modificar el artículo 55 del Mercado de Valores para que las acciones que se coloquen tengan un voto limitado y así poder mantener el control a la empresa.
Además, de generar que las Afores o los grandes fondos puedan invertir en los instrumentos emitidos por las pequeñas y medianas empresas y, con ello, inyectar bursatilidad al mercado.
Calzada de Rankia explicó que en ambos casos, emisión de deuda o capitales, dependerá el apetito de los inversionistas sobre los títulos de las empresas.
“Ese es uno de los problemas, si las empresas salen al mercado, tienen poca bursatilidad y no es atractivo para el inversionista. Teniendo una buena estrategia puede ser el mecanismo más eficiente para las empresas”, dijo.